El sector manufacturero europeo frena su desaceleración de nuevo en diciembre

A medida que las condiciones de suministro se estabilizan y la inflación se atenúa

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Bolsamania | 02 ene, 2023

Actualizado : 10:33

El Índice PMI final del Sector Manufacturero de la Zona Euro subió hasta 47.8 en diciembre desde 47.1 en noviembre, registrando su máximo de tres meses y en línea con lo previsto por el mercado. La producción manufacturera de la zona euro cayó en diciembre, marcando el séptimo mes consecutivo de contracción. A pesar de ello, la disminución fue solo moderada y la más débil desde junio pasado.

La intensidad de la desaceleración del sector manufacturero de la zona euro disminuyó en el último mes de 2022, ya que la relajación de las presiones inflacionistas y unas condiciones más estables en la cadena de suministro brindaron un respiro al sector industrial, según ha explicado S&P Global Market Intelligence.

La creciente debilidad de la demanda de los clientes siguió siendo evidente a través de la caída de los nuevos pedidos recibidos, que llevó a las empresas a poner al día sus pedidos atrasados. Mientras tanto, se observaron aumentos adicionales en los stocks de insumos y productos elaborados en diciembre, a pesar de la caída de la actividad de compras y de los volúmenes de producción. No obstante, el crecimiento del empleo continuó, mientras que la confianza empresarial también subió hasta su máxima de siete meses.

Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, ha explicado que "la segunda ralentización mensual consecutiva en el ritmo de contracción de la producción industrial brinda un poco de alegría al asediado sector manufacturero, a medida que nos encaminamos hacia el nuevo año. El porcentaje de optimistas con respecto a la producción en el plazo de doce meses también ha superado al de los pesimistas por primera vez desde agosto pasado, lo que sugiere una mejora estable en la confianza empresarial".

Para Williamson, "las perspectivas han mejorado en medio de signos de mejoras en las cadenas de suministro y de una marcada disminución en las presiones inflacionistas, así como una reducción de la preocupación por la crisis energética de la región, gracias en parte a la ayuda de los Gobiernos. Por lo tanto, los vientos en contra de la cadena de suministro y de la inflación a los que se enfrentan las empresas se han moderado desde el punto álgido del estado de alarma observado en el otoño".

"Sin embargo", ha añadido, "las buenas noticias se ven atenuadas por la persistente debilidad de la demanda, ya que las entradas de nuevos pedidos continúan cayendo a un ritmo mucho más rápido del que las empresas reducen la producción, lo que sugiere que posiblemente los fabricantes tendrán que volver a reducir intensamente la producción en los próximos meses a menos que la demanda se reactive pronto. Dado que el panorama económico mundial se está oscureciendo y los tipos de interés de la zona euro volvieron a subir en diciembre, los riesgos para las perspectivas de la demanda siguen inclinados a la baja".

"De cara a los próximos doce meses", ha concluido Williamson, "además de estar atentos a posibles cambios en la política fiscal y monetaria, el principal problema que los fabricantes deben observar a medida que nos acercamos al 2023 será el impacto que producirá la respuesta cambiante al Covid-19 en China en las cadenas de suministro y los precios de las materias primas, así como la posibilidad de cambios bruscos en los precios de la energía en medio de la cambiante situación geopolítica, en la que la guerra entre Ucrania y Rusia sigue siendo la principal amenaza para la estabilidad en la región”.

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