Los demócratas de EEUU redactan una propuesta de estímulo de 2,2 billones
Los representantes en la Cámara están trabajando para que pueda votarse la próxima semana
Los demócratas de la Cámara de Representantes de EEUU están trabajando en un paquete de estímulo para el coronavirus de 2,2 billones de dólares que podría votarse la próxima semana. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reiteró que está lista para negociar con la Casa Blanca.
Con las conversaciones formales de medidas alivio contra el Covid-19 estancadas durante casi siete semanas, parece que ya se están poniendo en marcha nuevos esfuerzos legislativos, después de que el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijera ante el Congreso que los legisladores debían brindar más apoyo a la economía.
Según aseguran fuentes a Reuters, la votación del paquete de estímulo podría llegar en unos días. Sin embargo, el líder republicano de la Cámara, Kevin McCarthy, ha desestimado la nueva iniciativa por considerarla partidista. Pelosi también se enfrenta a la presión de los demócratas moderados de la Cámara de Representantes, que dicen que quieren ver propuestas de ayuda bipartidistas que tengan la posibilidad de convertirse en ley.
Las conversaciones formales entre Pelosi, el líder demócrata del Senado Chuck Schumer, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, fracasaron sin un acuerdo el 7 de agosto, con las dos partes muy distantes. Pelosi y Mnuchin han hablado desde entonces por teléfono.
"Estamos listos para la negociación", dijo Pelosi a los periodistas el jueves. Pelosi y Schumer, que inicialmente buscaron un paquete de ayuda de 3,4 billones, han reducido sus demandas a 2,2 billones. Pero no está claro si la Casa Blanca estará de acuerdo con tal suma. Meadows ha dicho que Trump estaría dispuesto a firmar un paquete de ayuda de 1,3 billones de dólares.
Mientras tanto, los republicanos del Senado, que no han estado involucrados directamente en las negociaciones, propusieron un proyecto de ley de 1 billón de dólares, que fue rechazado por muchos republicanos que lo consideraron demasiado grande y por los demócratas del Senado que dijeron que era demasiado pequeño.