"El crecimiento de la eurozona mejorará en 2024, pero cuidado con extrapolarlo a 2025"
Deutsche Bank eleva su previsión de PIB al 0,9% en 2024 y la mantiene en el 1,5% para 2025
"El impulso del crecimiento mejorará en 2024, pero advertimos contra la extrapolación al próximo año", dicen los expertos de Deutsche Bank sobre la eurozona. Han elevado su previsión del Producto Interior Bruto (PIB) al 0,9% en 2024 y la mantienen en el 1,5% para 2025. Creen que, en 2024, "la economía estará en transición hacia mejores condiciones".
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La relajación de la política monetaria del BCE "no dará impulso relevante al PIB hasta 2025"Destacan que, después del estancamiento persistente desde mediados de 2022 hasta finales de 2023, el PIB comenzó a crecer nuevamente en el primer trimestre y prevén otro desempeño similar para el segundo.
Por ello, han elevado su previsión de crecimiento para la zona euro en medio punto porcentual, siendo por el momento la demanda externa el principal impulsor. "Hace un año, las expectativas para 2024 estaban cercanas a los niveles de recesión global. Ahora están más cerca de la tendencia de crecimiento y el ciclo de reducción de existencias está llegando a su fin", señalan.
En cuanto a la demanda interna, consideran que se recuperará a medida que avance 2024. Y esperan que el crecimiento del consumo privado sea un poco más rápido de lo previsto anteriormente.
"El crecimiento del empleo ha seguido superando las expectativas y la confianza está aumentando. El ajuste del salario real está casi completo. La inflación ha disminuido sustancialmente y las expectativas de inflación son estables. Lo único que falta para asegurar un repunte del consumo es una tasa de ahorro más baja. A medida que los tipos de interés bajen, esto será más probable", afirman.
Sin embargo, avisan: "No estamos extrapolando el creciente optimismo sobre el crecimiento a 2025". Por ello, mantienen sin cambios su previsión del PIB en el 1,5% y destacan que parte del impulso de crecimiento de 2024 puede ser una recuperación después de la debilidad prolongada en 2022-2023. Además, el comercio mundial y la geopolítica también siguen siendo fuentes potenciales de incertidumbre, "lo que limitará las expectativas de crecimiento el próximo año", aseguran.
Por otro lado, sobre la inflación de la eurozona, sus perspectivas se mantienen prácticamente sin cambios. "La rigidez de la inflación de servicios ha elevado constantemente nuestras previsiones del IPC para 2024", con lo que ahora calculan que la inflación subyacente sea del 2,8% en 2024, frente al 2,2% de sus anteriores proyecciones de enero.
Con el crecimiento salarial alcanzando su punto máximo, siguen creyendo que la inflación volverá a converger hacia el objetivo en 2025: "Prevemos un IPC subyacente del 2,2% en promedio en 2025 y del 1,9% en el cuarto trimestre de 2025".
Mientras, su perspectiva sobre la tasa general no ha cambiado mucho, ya que observan una mayor desinflación de bienes básicos que antes. "Sin embargo, están surgiendo nuevos riesgos al alza en el lado de los bienes que merecen una estrecha vigilancia (precios más altos de las materias primas, un nuevo aumento de los costes de envío, posible guerra comercial". Así, estiman que la inflación general promedie el 2,4% en 2024, frente al 2,3% de sus previsiones anteriores, y el 2% en 2025.