Llega la COP28: qué esperar, cuáles son los objetivos y qué temas se tratarán
"Está por ver si abre el camino a avances revolucionarios"
La 28º cumbre mundial del clima (COP28) arranca este jueves en Dubái y centra buena parte de la atención de la semana. Se espera que los más de 70.000 políticos, diplomáticos, activistas, financieros y empresarios que acuden a esta cita que se celebrará hasta el 12 de diciembre sirva para lograr compromisos ambiciosos en materia medioambiental, y es que la situación nunca había sido tan acuciante. Se necesita acelerar de verdad la transición energética, dado que el sentimiento general es de que las medidas adoptadas hasta ahora han sido insuficientes. "Las buenas intenciones y las promesas no bastarán", dicen los expertos, que no obstante no son demasiado optimistas y dicen que "está por ver si la COP28 abre el camino a avances revolucionarios".
Noticia relacionada
Cambio climático y mercados financieros, ¿cómo deben reaccionar los inversores?Sobre todo porque hasta ahora los esfuerzos por cumplir con los ambiciosas compromisos acordados en París en 2015, que establecían la necesidad de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5°C, han caído en saco roto. Las advertencias no dejan de llegar, la última de la mano del informe Global Stocktake, que hace un seguimiento de la aplicación del Acuerdo de París y ha señalado que el 42% de las emisiones generadas desde 1850 se generaron entre 1990 y 2019.
"Está claro que para mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5°C son necesarias políticas y compromisos financieros más ambiciosos", opina Marie Lassegnore, responsable de Inversión Sostenible en La Française. Y añade que "tras varios años de estancamiento e incluso de desilusión, esta COP debe demostrar que las negociaciones sobre el clima siguen siendo pertinentes y capaces de inducir un cambio real, a la altura del reto climático".
Cabe recordar que la ambición de reducir el aumento de la temperatura a 1,5°C exige ahora que las emisiones mundiales disminuyan un 45% para 2030 frente a 2019 y un 60% para 2035. Desde el Acuerdo de París, las emisiones de CO2 han sido más elevadas en 2021 y deben alcanzar su punto máximo antes de 2025 para que la trayectoria descendente sea posible.
La COP28 pretende movilizar las contribuciones públicas y privadas en ámbitos como la aceleración de la transición energética y reducción de las emisiones antes de 2030, pero también en asegurar la financiación climática. Asimismo, se hablará de naturaleza, transición justa y personas, y también cobrará especial protagonismo la inclusión.
Por ejemplo, parte de la atención se centrará en acelerar la eliminación progresiva del carbón (para alinearse con el 1,5°C se necesita una reducción del 67% al 82% en el uso del carbón para 2030 frente a 2019, según proyecciones del AR6), y algunos expertos esperan también un compromiso por parte de la industria petrolera para reducir a la mitad las emisiones de metano.
También podría materializarse el compromiso de triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030. Y tras las decepciones sobre la financiación climática (no se han logrado los objetivos fijados de movilización de fondos públicos y privados), ahora se esperan mayores compromisos en este sentido.
Lassegnore destaca que el Stocktake menciona que la creación de empleo relacionada con la transición energética sería 3,5 veces superior a la reducción de puestos de trabajo de aquí a 2030. "De hecho, el progreso real podría derivarse de la noción de una transición justa, que incluya a la naturaleza y a las personas", comenta la experta de La Française, que apunta que en esta COP28 la salud centrará también el debate. Y es que el cambio climático está afectando los sistemas sanitarios: mayor incidencia de golpes de calor, condiciones de trabajo más duras, aumento de las enfermedades transmitidas por virus, cambios en la nutrición y el rendimiento de los cultivos.
En cualquier caso, comenta, una cosa es diferente este año, y es "la conciencia general de la insuficiencia de las medidas" adoptadas hasta ahora. "El Global Stocktake se esfuerza por sugerir políticas más ambiciosas que podrían ser la base de un futuro prometedor después de la COP28. La clave para mantener vivo el objetivo de 1,5°C es la cooperación internacional en torno a objetivos nacionales coordinados, independientemente de las emisiones históricas", opina.
Alessandro Musto, responsable de Integración y Soluciones ESG en Generali Insurance Asset Management, cree que esta cita será "un importante punto de reflexión sobre temas clave que incluyen (pero no se limitan a) la biodiversidad, la financiación climática y la creación de capacidades". En su opinión, la cumbre "ofrecerá a empresas, gobiernos e inversores una imagen más clara de la situación actual y de lo que se necesita para acelerar la ambición, retomar el camino y evitar una 'transición desordenada'".
Y aunque las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados "suponen retos adicionales en la agenda de la reunión", este experto cree, sin embargo, que la COP28 "se centrará, y debe seguir centrándose, en planes de acción concretos para reforzar el Compromiso de París sobre el Clima".
Noticia relacionada
Cinco oportunidades de inversión para luchar contra el cambio climáticoCRISIS MEDIOAMBIENTAL DE DIMENSIONES SIN PRECEDENTES
Por último, Pascal Dudle, director de impacto cotizado y gestor senior de cartera en Vontobel, comenta que "el mundo se enfrenta a una crisis medioambiental de unas dimensiones sin precedentes" y por eso esta COP28 es tan importante. Mucho más a raíz de los datos dados a conocer por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que ha afirmado que 2023 va camino de ser el año más caluroso de la historia.
"Está claro que no vamos por buen camino para cumplir el Acuerdo de París", dice Dudle, que espera que en la cumbre los gobiernos trabajen "en un marco para alcanzar el objetivo global de adaptación (GGA) del Acuerdo de París, y esperamos que también establezcan una hoja de ruta para fomentar la acción climática con compromisos y recomendaciones claras". Además, remarca que los sistemas alimentarios y la agricultura "también estarán en el punto de mira este año".
Pero una cosa está clara. "Las buenas intenciones y las promesas no bastarán: el mundo necesita una aplicación urgente". Y es que, recuerda este gestor, según el informe de emisiones de CO2 de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) las emisiones de carbono siguen en una trayectoria de crecimiento insostenible y se necesitan medidas más audaces para que el mundo acelere la transición energética y cumpla sus objetivos climáticos.
Por eso aprovecha para posicionarse a favor de la inversión en transición energética, y dice que debe aumentar para que el mundo alcance sus objetivos de cero emisiones netas en 2050. "La energía eólica, los vehículos eléctricos y las bombas de calor tendrán que crecer drásticamente", comenta, lo que requerirá capital.
En este sentido, menciona que según BloombergNEF habrá que poner sobre la mesa 200 billones de dólares: se necesitarán unos 110 billones de dólares para transformar la forma en que consumimos la energía, por lo que habrá que pensar en bombas de calor, vehículos eléctricos y reciclaje sostenible. Los 90 billones de dólares restantes se destinarán a los activos de suministro energético, que incluyen la infraestructura de red y la captura de carbono.
"Invertir en la acción por el clima no sólo es necesario para prevenir el catastrófico cambio climático, el estrés hídrico o la pérdida de biodiversidad, por citar algunos ejemplos, sino que también tiene sentido desde el punto de vista económico a largo plazo", apunta Dudle, que afirma que "las alarmas suenan tan fuerte que resulta atronador". "Pero para la humanidad, dejarlo todo y salir corriendo no es una opción. Debemos intensificar nuestros esfuerzos, y los inversores serán cruciales para cambiar las cosas. El momento de actuar no es mañana, la semana que viene o el año que viene. Es ahora", concluye.