Los consumidores de la UE recortan gastos: la inflación oprime el ahorro y suma pesimismo

La ultima encuesta de Morgan Stanley refleja un deterioro de las finanzas y de los patrones de gasto

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Bolsamania | 29 sep, 2022

La principal preocupación de los consumidores de la Unión Europea (UE) sigue siendo la inflación, según muestra la última encuesta elaborada por Morgan Stanley. El alto coste de la vida está ejerciendo una presión cada vez mayor sobre los ahorros acumulados a la vez que está aumentando el pesimismo sobre la situación económica personal futura. Y todo esto lleva al deterioro de los patrones generales de gasto.

La entidad ha llevado a cabo un seguimiento del consumidor de la UE a través de la llamada crisis del coste de vida. Una de las concusiones es que los recortes de gastos siguen acelerándose. La proporción de encuestados que dicen haber realizado recortes de gastos durante el último mes es más alta. Además, se produce en todas las categorías, excepto en calefacción y agua caliente, que en términos generales se mantuvo estable.

"Los consumidores siguen recortando el gasto discrecional en todas las áreas y a un ritmo más rápido", destaca Morgan Stanley. Las áreas más comunes donde los consumidores están reduciendo el gasto son bares y restaurantes (49%), ropa y calzado (43%), viajes en automóvil debido al precio del combustible (40%) y eventos deportivos o musicales (38%).

Otro dato destacable es que los ciudadanos con mayores ingresos también están recortando el consumo. Aunque los consumidores con ingresos limitados continúan mostrando la caída más amplia en los patrones de gasto, la encuesta sugiere que los hogares de mayores ingresos también están revisando sus hábitos de gasto. Por países, el porcentaje de consumidores de mayores ingresos en Alemania, Francia, Italia y España que redujeron el gasto durante el último mes aumentó al 80%, 83%, 73% y 77%, respectivamente.

Una de las razones de este comportamiento es el deterioro de las perspectivas de las finanzas personales. "Las elevadísimas tasas de inflación actuales están provocando grandes pérdidas de ingresos reales entre los consumidores y, por tanto, una reducción significativa del poder adquisitivo". De hecho, "muchos hogares se ven obligados a gastar mucho más dinero en energía o a reservar dinero para pagar facturas de calefacción mucho más altas", de forma que "tienen que recortar otros gastos, como las nuevas compras. Esto hace que el sentimiento de los consumidores caiga en picado hasta un nuevo mínimo histórico", señala Rolf Bürkl, experto en consumo de GfK.

Un 43% de los encuestados espera que su situación financiera empeore en los próximos seis meses, mientras un 20% prevé que su posición mejore. Y el sentimiento económico general cae aún más: el 74% espera que la economía empeore en los próximos seis meses. "Esta tendencia de deterioro es ampliamente consistente en todos los países, pero en términos absolutos, los consumidores de Reino Unido son los más pesimistas, con un 63% esperando que las finanzas de sus hogares se deterioren a partir de ahora", destaca la entidad.

LA INFLACIÓN ES LA PRINCIPAL PREOCUPACIÓN

Como era de esperar, la inflación sigue siendo la mayor preocupación financiera para los consumidores, en todos los países y en todas las categorías que encuestadas, incluso en todos los rangos de edad y niveles de ingresos familiares. Por detrás se coloca el no poder pagar el encarecimiento de las facturas de servicios públicos y tener utilizar los ahorros para mantenerse al día con los costes más altos.

Frente a esto, el que puede, ahorra. Según la encuesta de Morgan Stanley, la cantidad promedio de ahorro ha aumentado para los cinco países estudiados. Eso sí, la cantidad de ahorro aumenta con el nivel de ingreso familiar anual bruto. El 40% de los consumidores estaría dispuesto (muy o algo dispuesto) a usar sus ahorros para pagar los gastos diarios si los costes aumentan, pero la encuesta muestra una caída en la capacidad de los consumidores de usar los ahorros para mantener su estilo de vida habitual.

Menos de la mitad de los encuestados ahora tienen ahorros suficientes para mantener su estilo de vida actual durante más de seis meses y alrededor de dos tercios de los encuestados todavía tienen algún grado de dinero extra al final del mes después de pagar las facturas. Los mayores deterioros en este sentido se observan en Reino Unido y Alemania, donde la proporción de encuestados sin dinero a final del mes o que tuvieron que recurrir a la financiación ha aumentado hasta el 35% y 34%, respectivamente.

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