Boeing abre una nueva planta en China en medio de la tensión comercial

La compañía estadounidense Boeing ha abierto un nueva planta en China, la cual tendrá como función será terminar los aviones 737, bajo la sombra de la pugna comercial entre el gigante asiático y Estados Unidos. Esta apertura entra dentro del plan de la empresa para crecer en este país y para tratar de aventajar en ventas a su principal competidor, Airbus.

La compañía con sede en Chicago inaugurará el sábado su centro de acabado y entregas en Zhoushan, a unos 140 kilómetros al sureste de Shanghái, después de más de un año de construcción. Esta instalación marca una inusual incursión industrial fuera de Estados Unidos para Boeing y contempla la constitución de una empresa conjunta con el fabricante de aviones estatal Commercial Aircraft Corp. of China, según Reuters. Boeing ya ha invertido 33 millones de dólares el año pasado para la construcción de este centro.

El mercado chino es uno de los más importantes para la compañía, pues algo más de uno de cada cuatro aviones que fabricó el año pasado fueron a China el año pasado, donde prevé una demanda de 7.700 aviones nuevos en los próximos 20 años, valorados en más de mil millones de dólares.

Sin embargo, la ceremonia inaugural de la planta se vio ensombrecida por las tensiones entre los Estados Unidos y China, a pesar de que las dos economías más grandes del mundo han acordado un plazo de 90 días para negociar un acuerdo comercial y, por el momento, la Administración Trump no subirá los aranceles en enero tal y como estaba previsto.

"¿Estoy nervioso por la situación? Sí, por supuesto. Es un ambiente desafiante ", ha dicho John Bruns, presidente de Boeing China. "Tenemos que mantener nuestra mirada en China. A largo plazo, soy optimista", asegura.

LOS ARANCELES NO AFECTAN A LA AERONAÚTICA

Lo cierto es que a pesar de las fricciones entre China y EE.UU., el impacto negativo no ha sido percibido por Boeing al no verse afectada por los aranceles. En este sentido, Bruns se muestra optimista sobre el resultado de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China y describe a la aviación como un punto de encuentro en medio de las tensiones entre los dos países.

Boeing pretende finalmente alcanzar el objetivo de entregar de 100 aviones al año en Zhoushan, aunque no se han marcado un plazo concreto de entrega. La compañía también espera que la planta alivie la presión en las instalaciones del área de Seattle, donde planea aumentar la producción el próximo año de sus aviones 737, sus aeroplanos más vendidos, a pesar de que han tenido problemas por retrasos en la producción.

Tanto Boeing como Airbus han estado expandiendo su presencia en China mientras compiten por pedidos en un mercado de rápido crecimiento para la aviación, y que se espera que supere a los Estados Unidos como los más grandes del mundo en la próxima década.