Un BoE agobiado por el Brexit se mostrará reticente a volverse más acomodaticio
Los analistas no apuestan por incremento de tipos hasta que se disipe la "niebla" del divorcio con la UE
Actualizado : 09:28
Con la incertidumbre que rodea al Brexit en su cúspide, es inconcebible que el resultado de la decisión de política monetaria del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en ingles) sea otra que la de mantener sin cambios tipos de interés y compras de bonos. Es la opinión unánime de los expertos que, no obstante, se muestran menos de acuerdo en que ‘La Vieja Dama’ se una a otros bancos centrales que han abandonado sus planes de incrementos de tasas este año.
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A falta de una semana para que se active el artículo 50 del Tratado de Lisboa -que regula el proceso de divorcio- y con toda la atención en la reunión de ‘los Veintisiete’ donde se decidirá si se acepta la petición de prórroga del Gobierno británico, el Brexit convierte en imposible un movimiento de la entidad gobernada por Mark Carney. La cita de líderes europeos previa a la cumbre de la Unión Europea (UE) de este fin de semana acaparará toda la atención después de que la primera ministra británica, Theresa May, haya pedido oficialmente por carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, una extensión del proceso, así que los expertos tampoco esperan repercusiones en la libra o en los mercados tras la cita con el BoE.
El debate, sin embargo, se centra en si el regulador monetario británico seguirá los pasos del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed) y adoptará una postura más acomodaticia. Los economistas consultados se dividen entre quienes esperan que el banco central mantenga los tipos de interés sin cambios todo 2019 y quienes creen que es prematuro esperar cualquier modificación de su guía a futuro en las actas de la reunión del Comité de Política Monetaria británico (MPC por sus siglas en inglés).
“Es poco probable que el BoE se una al coro de bancos centrales que han aplazado sus subidas de tipos”, aseguran los analistas de Pantheon Macroeconómics. “Si bien indicará que está preparado para esperar más claridad sobre las perspectivas del Brexit, probablemente reafirmará su opinión de que se requiere un "endurecimiento continuo de la política monetaria”, agregan. “En ese sentido, todavía pensamos que las expectativas del mercado para la tasa bancaria siguen siendo demasiado bajas”, redondean.
La opinión de Oxford Economics difiere en el segundo punto. Sí consideran que “la incertidumbre del Brexit sigue bloqueando la acción del banco central británico”. Pero añaden que los recientes pronunciamientos de varios de los miembros del MPC, subrayando presiones bajistas, apuntan hacia un “giro acomodaticio” sobre el incremento del precio del dinero.
Son partidarios de que el regulador se reafirme en el actual 0,75% por largo tiempo, al igual que las compras de activos de la entidad, que se prolongarán hasta alcanzar el objetivo del 1,5% en las tasas bancarias. Una meta muy lejana para los economistas de la universidad de Oxford.
SI HAY BREXIT CON ACUERDO, HABRÁ INCREMENTO DE TIPOS
En cambio, Howard Archer, analista de Ernst & Young, es menos pesimista. Opina, al igual que el resto de expertos, que el proceso de separación entre Londres y Bruselas determina los pasos de ‘La Vieja Dama de la Calle Threadneedle’, pero apuesta por un incremento de tasas del 0,25% en noviembre -el primero desde agosto de 2018- “si hay Brexit con acuerdo en el segundo trimestre y si la economía muestra una mejora al ver reducida la incertidumbre”.
Pantheon Macroeconomics se fija en las condiciones macroeconómicas y certifica que en este primer trimestre de 2019 se mantienen desalentadoras, con la excepción del mercado laboral, que se halla en el pleno empleo con una tasa de paro por debajo del 4% por primera vez desde 1975. “Este dato atempera los nervios del MPC”, comentan.
Si al cierre de este ejercicio se cumple el binomio Brexit con acuerdo y mejora de la economía, Archer vaticina dos incrementos más de tipos en 2020, además de una paulatina normalización de la política monetaria el próximo año, cuando las tasas lleguen al 1,5%.