La cuestión ya no es si el BCE subirá tipos en julio y septiembre, sino en cuánto lo hará

El consenso de analistas consultados por 'Bolsamanía' señala que ha llegado la hora de la normalización

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Bolsamania | 09 jun, 2022

Actualizado : 10:56

Ha llegado el momento en que el Banco Central Europeo (BCE) se una al resto de bancos centrales del mundo en su lucha contra la inflación desbocada (8% en la eurozona) a golpe de subida de tipos. El comunicado posterior a la reunión del supervisor monetario de este 9 de junio fijará la senda de la normalización monetaria y confirmará que los pasos a seguir, según el consenso de analistas consultados por 'Bolsamanía', se darán tal como han ido anticipando recientemente los miembros del Consejo de Gobierno del organismo. Sólo queda una duda para los expertos: ¿se atreverá el banco central a acometer alzas de 50 puntos básicos o se inclinará por aumentos del 0,25%?

La secuencia que se espera es como sigue. En junio se acabarán las compras de bonos, “con una posible ampliación de 5.000 millones de euros en la primera semana de julio”, dicen desde Barclays, por lo que se dará fin a la expansión cuantitativa del BCE. Las alzas del tipo de depósitos llegarán en julio y septiembre. “El comunicado del BCE probablemente modificará su redacción para incluir una referencia a los tipos más altos y su intención de salir de los tipos de interés negativos a finales del tercer trimestre”, afirman los economistas de AXA Investment Managers, Hugo Le Damany y François Cabau. Un hecho que el mercado ya ha descontado ampliamente, por lo tanto, “la cuestión real de cara a la reunión de esta semana no es si el Consejo de Gobierno subirá o no los tipos de interés en julio -el primer incremento en una década-, sino en qué medida lo hará”, indican por su parte los expertos de Ebury.

Los mercados financieros consideran seguro un movimiento de al menos 25 puntos básicos tras las recientes declaraciones dela presidenta del BCE, Christine Lagarde, con dos subidas de al menos un cuarto de punto porcentual, desde el -0,5% actual al 0% a finales de verano. El mercado está valorando alrededor de 120 puntos básicos de subidas de tipos para finales de este año, esencialmente 25 puntos básicos de subidas de tipos en cada reunión de política en el segundo semestre, “con cierta probabilidad de que el BCE haga más que eso, dada la gran incertidumbre en torno a la inflación, la cual sigue siendo elevada", señala Konstantin Veit, gestor de carteras en PIMCO.

"Esto hace que sea casi segura otra considerable revisión al alza de las proyecciones trimestrales de inflación del BCE”, agrega. "Esperamos que la previsión de la inflación media del IPCA se revise por encima del 6% para 2022 (desde el 5,1%), con posibles modestas revisiones al alza para 2023 y 2024", puntualizan desde Ebury.

Son numerosos los analistas que no descartan subidas mayores en julio y/o septiembre. “El principal interrogante es si la próxima subida será de 25 o 50 puntos básicos, y esperamos que la rueda de prensa posterior a la reunión se centre directamente en ello”, señala Ebury. Los analistas de Bank of America (BofA) se decantan por un total de subidas de 150 puntos básicos en 2022. “Aunque el camino de cada una es incierto, creemos que puede haber un consenso para un movimiento del 0,5% en julio, que le seguiría a otro igual en septiembre. Lo que ocurra después es aún más incierto”, prosiguen. “Es posible que quieran bajar un poco el ritmo antes de reevaluar las perspectivas en diciembre con un nuevo conjunto de previsiones. En nuestra opinión, esto significa 25 puntos básicos en octubre y luego, ante unas perspectivas mucho más débiles en el ejercicio de previsión de diciembre, otros 25 puntos básicos”, detallan.

Barclays pronostica que seguirán las alzas en el primer trimestre de 2023 “situando el tipo de depósito en el 0,75%”. “Esperamos una pausa a partir de entonces sobre la base de que en el primer trimestre de 2023 la inflación debería seguir una tendencia a la baja, con claros indicios de que la zona del euro se encuentra en una fase de desaceleración”, declaran.

El contrapunto lo pone Ben Laidler, estratega de eToro, quien da cuatro razones por las que el banco central podría ir con el freno de mano puesto y acabar ejecutando menos aumentos de lo esperado. “Europa está más cerca de la recesión que la mayoría: la inflación del lado de la oferta es más complicada; el balance de 9,3 billones de dólares del BCE es más grande y equivale al 66% del PIB; por último, el riesgo de fragmentación es alto, con deuda nacional y rentabilidades de bonos en muy diferentes niveles”, argumenta el experto.

RIESGOS DE FRAGMENTACIÓN

Por otro lado, “aunque el BCE seguirá insistiendo en que está vigilando de cerca la transmisión de la política monetaria en todas las jurisdicciones a medida que normaliza la política, no creemos que vaya a presentar un marco o un mecanismo para abordar los posibles problemas de fragmentación en un futuro próximo”, cree Veit.

“Más bien, y en consonancia con el pasado, pensamos que el BCE preferirá responder a las perturbaciones exógenas importantes con soluciones personalizadas, lo que habla de un riesgo de que los mercados pongan a prueba la voluntad del BCE de neutralizar cualquier respuesta no lineal del mercado que pueda surgir de la subida de tipos”, prosigue. Así, cree el experto de Pimco que el BCE aumentará el tipo de la facilidad de depósito, así como el tipo principal de refinanciación en la misma cuantía, manteniendo sin cambios la banda de tipos de interés, ya que un endurecimiento de dicha banda reduciría el esquema de incentivos incorporado en las actuales operaciones de refinanciación a largo plazo y desalentaría la actividad del mercado monetario en general”.

No se prevé que el BCE dé ninguna noticia sobre un instrumento para evitar la fragmentación del mercado dentro de la eurozona, pero la presión sobre este asunto podría aumentar a medida que se inicie el ciclo de endurecimiento de la política, afirman por su parte desde AXA IM.

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