El alquiler en las grandes ciudades empieza a notar la huida de inquilinos a zonas rurales

El miedo al coronavirus y el auge del teletrabajo están provocando un éxodo urbano en España. Este movimiento poblacional se está empezando a notar en el precio del alquiler de las grandes ciudades, que está empezando a caer. Sobre todo en capitales de provincia como Barcelona, Madrid, Valencia o Palma de Mallorca.

Podría pensarse que el descenso en los precios del alquiler en estas ciudades se debe a una caída de la demanda a nivel nacional como consecuencia de la crisis del Covid. No obstante, el director de Estudios de Pisos.com, Ferran Font, explica que "estos ajustes no siempre van en la misma línea de la provincia a la que pertenecen dichas ciudades, lo que podría indicar que la demanda se está moviendo hacia otras localizaciones".

De hecho, así lo demuestran el último informe elaborado por Pisos.com, en los que se observa un incremento del 1,1% en tasa mensual y del 0,91% en tasa interanual en el precio del alquiler en el conjunto de España durante el mes de julio. En cambio, los arrendamientos en Barcelona cayeron un 10,5%, mientras que en Madrid observaron una rebaja del 7,66% respecto al mismo mes del año pasado.

Este cambio en la ubicación podría estar motivado por "la consolidación del teletrabajo, que permite que muchos empleados puedan desempeñar su jornada laboral desde cualquier punto de España, sin tener que residir en el mismo lugar donde se emplazan las oficinas de la compañía", remarca Font.

Este experto también apunta otros dos factores que están influyendo en el descenso de los precios en las grandes metrópolis. Por un lado, señala la transformación de pisos turísticos en arrendamiento tradicional, debido a la grave crisis que está sufriendo el sector turístico. Por otro, remarca que algunos propietarios están sacando "su activo del circuito de la compraventa porque el precio que pueden obtener en estos momentos está por debajo de sus expectativas".

LAS GRANDES CIUDADES SIGUEN SIENDO LAS MÁS CARAS

A pesar de que las rentas están disminuyendo en las grandes ciudades, los pisos situados en estas zonas todavía siguen siendo los más caros de España. Mientras que la renta media nacional en julio fue de 986 euros, los inquilinos de Madrid, la capital de provincia más cara, tuvieron que pagar una media de 1.837 euros al mes. Y Barcelona no se queda muy lejos de esa cantidad, con 1.750 euros al mes.