El 25% de los españoles con hipoteca mixta o variable dedica el 35% de su sueldo a pagarla

La subida de tipos de interés acometida por el Banco Central Europeo (BCE) el último año ha alterado la vida de muchos ciudadanos en España. Así, el 25% de los españoles que deben pagar una hipoteca variable o mixta destinan más del 35% de su salario a pagarla, según datos recopilados por Fotocasa.

Además, el 89% de las 5.000 personas encuestadas por el portal inmobiliario asegura que su economía se ha visto afectada por estas subidas de tipos.

Concretamente, los que afirman que el impacto es ‘mucho’ ascienden al 27%, mientras que los que aseguran que es ‘bastante’ son el 32%. Otro 30% dice que el efecto ha sido ‘poco’ y existe un 11% restante que asegura que no les ha afectado nada.

Debido a esta subida de tipos, los hipotecados han tenido que dedicar mayor parte de su salario ha pagar su vivienda, y esto se observa en el hecho de que quienes dedicaban menos de un 15% de sus ingresos al pago de la hipoteca en 2022 han visto reducido su peso, pasando a ser en agosto de 2023 únicamente el 20%, once puntos porcentuales menos que un año antes (31%). Por ende, las personas que dedican el 25% de sus ingresos al pago de la cuota mensual de su hipoteca, pasan del 28% de doce meses antes al 44% de agosto de 2023.

Los grupos que se declaran más impactados por la situación (16%) son los que cuentan con unos ingresos de entre 1.001 y 1.500 euros, seguidos (con un 13% de afectados), los que perciben entre 1.501 y 2.000 euros mensuales, recogen los datos del portal inmobiliario.

El perfil medio de los afectados por el incremento de las hipotecas es el de un hombre o una mujer, indistintamente (los impactados se reparten al 50% entre ambos sexos), con una medida de edad de 46, 8 años (el colectivo de entre los 35 y los 44 años aglutina el 33%, mientras que el de los 45 a los 54 constituye el 27%). Entre ambos segmentos se sitúa el de los que cuentan entre 55 y 75, que suponen un 28%.

Ante esta situación, María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, asegura que "este cambio supone un gran desembolso a mayores de lo planificado por los hogares e implica un lastre para el bolsillo de las familias y evidencia un obstáculo en el consumo de los ciudadanos, ocasionando la pérdida de poder adquisitivo y aumentando el riesgo de impago de las familias".