A un 2023 "mediocre" le seguirá un 2024 "robusto" para el PIB de la eurozona
Desde Berenberg apuntan que hay una "gran diferencia" con el pasado
Actualizado : 11:07
La economía de la eurozona va a ser capaz de recuperarse con fuerza en los próximos meses, de forma que pasará de un "mediocre" 2023 a un "robusto" 2024. Así lo creen los expertos de Berenberg, que vaticinan que pese a lo arriesgado de la afirmación, "esta vez será diferente" y el Producto Interior Bruto (PIB) logrará pasar "desde el casi estancamiento del pasado invierno a un crecimiento por encima de la tendencia el próximo año".
Noticia relacionada
El PIB seguirá sobrio en la eurozona: la caída de inversión anulará el repunte del consumoAsí lo apuntan los analistas de la firma germana en uno de sus últimos comentarios, en que destacan que pese a que la experiencia les ha enseñado que la expresión 'esta vez es diferente' es "de las afirmaciones más peligrosas en el ámbito de la economía", no creen que deban cambiar sus proyecciones sobre la economía europea.
Y es que aunque "los argumentos bajistas son sencillos" y tienen peso (como ejemplo, comentan que el Banco Central Europeo está pisando el freno monetario, la masa monetaria real M1 ya ha caído por debajo de su línea de tendencia y el crecimiento del crédito se está debilitando, lo que "en el pasado solía anunciar la llegada de una recesión económica"), no se puede obviar que hay una "gran diferencia" con el pasado.
Se refieren a la oferta frente a la demanda. "El ciclo europeo se ha visto últimamente más impulsado por perturbaciones adversas de la oferta que por políticas que influyan en la demanda", recuerdan los estrategas de Berenberg, que comentan que "la pandemia, los atascos en la cadena de suministro, los elevadísimos costes del transporte y la explosión de los precios del gas" han elevado los precios al tiempo que reducían la producción. "El desvanecimiento de estos choques apoyará ahora el crecimiento más de lo que las políticas ligeramente restrictivas del BCE frenarán la demanda", consideran.
Además, hacen referencia a la diferencia entre PIB nominal y real. "La política monetaria afecta al PIB nominal", de forma que "en parte como respuesta al endurecimiento de las políticas monetarias, prevemos una desaceleración significativa del crecimiento del PIB nominal". Sin embargo, destacan estos expertos, "la atenuación de las perturbaciones de la oferta dará lugar a una composición más favorable del crecimiento nominal, con aumentos más rápidos de la producción con una inflación más baja". Así pues, el crecimiento del PIB real "puede aumentar aunque el crecimiento nominal vuelva a un nivel más normal", afirman.
Y otra de las razones que les llevan a mantener su pronóstico es que ahora en la eurozona hay "menos necesidad de un amortiguador". ¿A qué se refieren? Pues al hecho de que la subida del tipo de depósito del BCE desde un mínimo del -0,5% hasta un probable máximo del 3,75% "parece agresiva en términos históricos", y aunque en épocas normales una oscilación de este tipo "podría convertir un 'boom' en una quiebra", lo cierto es que en la eurozona "no hubo tal auge".
"Los tipos de interés mínimos sirvieron en parte como seguro contra los riesgos a la baja en tiempos de crisis de la oferta", y por ello "gran parte del cambio actual de los tipos debe considerarse como el fin de un seguro que ya no es necesario, más que como un auténtico endurecimiento monetario".
DEMANDA INTERNA
Desde Berenberg también hablan de los "sólidos fundamentos" de la demanda interna. En concreto, se refieren al hecho de que los hogares, las empresas y los gobiernos de la zona euro "disponen de medios para gastar más". Como dicen, los hogares aún disponen de un exceso de ahorro equivalente a más del 15% de su consumo de 2022, y en su opinión el aumento de los salarios en un mercado laboral que "sigue resistiendo" pronto superará la subida de los precios, lo que "dará lugar a un aumento de la renta real disponible, aunque partiendo de un nivel bajo".
Opinan que "las empresas necesitan invertir más para hacer frente a la escasez de mano de obra, reestructurar las cadenas de suministro y ser más eficientes desde el punto de vista energético", y los gobiernos también tienen previsto aumentar el gasto en inversión. Así se logrará pasar de un 2023 "mediocre" a un 2024 "robusto".
"Esperamos que la demanda interna sostenga un crecimiento modesto en 2023. Una vez que finalice la superficial recesión estadounidense y la actual corrección de la construcción residencial haya seguido su curso, la eurozona podrá volver a crecer por encima de la tendencia en 2024".