España se clasifica para octavos de final tras empatar con Marruecos
La selección española se coloca como primera de su grupo
Actualizado : 22:25
España se coloca como primera del grupo B en el Mundial de Rusia y consigue su pase a octavos de final tras empatar con Marruecos a pocos minutos del final y gracias a un penalti de Irán en el partido contra Portugal (1-1), que ha rebajado a la selección lusa al segundo puesto del Grupo B.
La selección española se medirá a Rusia en los octavos de final del Mundial de Rusia después de firmar un triste empate a dos goles ante una Marruecos ya eliminada, pero que no perdonó los despistes de los de Fernando Hierro, agraciados por el VAR tanto en el Arena Baltika como en el Mordovia Arena para quedarse con un primer puesto que pareció siempre lejos.
Estaban las cosas mal para la campeona del mundo, que acusó unos nervios que no necesitaba porque lo tenía todo en su mano y que mostró una mala cara ante un rival que tiró de ímpetu, en ocasiones excesivo, orden defensivo y buen aprovechamiento de sus ocasiones para crear una inquietud inesperada que no se cerró hasta el tiempo de descuento.
Pasado el minuto 90, España caía 1-2 y encontró un tacón salvador de Iago Aspas, anulado inicialmente y posteriormente concedido por el VAR. Minutos después, en el Irán-Portugal, el videoarbitraje daba también un penalti a los de Carlos Queiroz, que no anotaban el empate y daban el primer puesto y el cruce con la anfitriona a los españoles, que deberán ahora centrarse en recuperar una mejor versión futbolística que amenazó con aparecer únicamente en el debut.
La 'Roja' tuvo un partido lleno de altibajos. Nunca encontró su mejor fútbol, ausente de velocidad en casi todo momento, y Munir no tuvo que trabajar en exceso ante la falta de nuevo de un ataque solvente porque la línea de medios no termina de rendir al nivel de la fase de clasificación. Y lo mismo se puede decir de una defensa y una portería que parece en ocasiones demasiado nerviosa pese a no tener enfrente ataques poderosos.
Todo se empezó a tambalear ya antes del primer cuarto de hora cuando precisamente un mal entendimiento entre el manchego y Sergio Ramos no lo desaprovechó Boutaib para correr en solitario hacia la portería de David de Gea y batir al madrileño. Diez minutos después del 0-1, el delantero marroquí volvió a quedarse solo en un mano a mano, pero el guardameta del United pudo por fin saborear su primera parada en el Mundial.
En ese momento, de todos modos, España ya había sido capaz de empatar, gracias a un Isco de nuevo a gran nivel de inicio y que no perdonó una buena incursión por la banda izquierda de Iniesta para templar los nervios. Por ese lado, fue por donde atacó mejor la triple campeona de Europa, que no gozó de excesivas grandes ocasiones, pero sí de alguna para haberse ido al descanso por delante.
Así, Diego Costa se encontró con dos buenos balones dentro del área, pero en el primero no acertó a conectar bien el golpeo y en el segundo el faltaron centímetros para alcanzar otro 'pase de la muerte' desde el lado izquierdo. Marruecos planteaba un partido duro y sin concesiones pese a no jugarse nada y el tanto de Ricardo Quaresma en Saransk complicaba también las cosas.
EN-NESYRI AGRAVA LA SITUACIÓN
La segunda parte no trajo excesivas buenas noticias. España mantuvo el control, pero, más lenta en su juego y con pérdida de la efervescencia de Isco, le costó encontrar el camino hacia la portería de Munir y la mejor opción fue para el equipo de Hervé Renard. Amrabat, protagonista entonces más por sus roces, envió un disparo a la cruceta y ese aviso pareció espolear a los marroquíes, con ganas de marcharse del Mundial con el premio de un triunfo.
Los de Fernando Hierro no tardaron en replicar para calmar este ímpetu. Saiss sacó bajo palos un cabezazo de un omnipresente Isco y el saque de esquina posterior fue Piqué el que remató cerca del palo. Marruecos decidió entonces volver a dar un paso atrás, pero sin perder un ápice de su intensidad en su propio campo para incomodar a los españoles.
Iago Aspas y Marco Asensio, por Diego Costa y Thiago, única novedad en el once, respectivamente, fueron los dos primeros cambios para buscar el gol del triunfo ante un rival que vivía cómodo y que no perdonaba su opción, esta vez en un saque de esquina. En-Nesyri se elevaba por encima de Sergio Ramos para hacer el 1-2 y que las miradas se empezasen a girar hacia el Mordovia Arena.
Hierro tiró de Rodrigo Moreno, pero el tiempo era otra losa y Munir ni siquiera tuvo que intervenir en un asedio que no se produjo. En una jugada aislada, España sacó un saque de esquina y Aspas estuvo listo para, con el suspense del VAR, arañar un empate con sabor a oro tras el tanto de Ansarifard, pero que no esconde la necesaria mejora para seguir en la aventura rusa.