Àlex Márquez ve premiada su paciencia en Moto2 con el salto a MotoGP
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El piloto español Àlex Márquez se convirtió este lunes en el nuevo integrante de la parrilla del Mundial de MotoGP, categoría a la que salta desde Moto2 y para convertirse en el nuevo compañero de su hermano Marc en el Repsol Honda, un premio inesperado, pero forjado en la paciencia y en no tener prisa por ascender.
El de Cervera, de 23 años, llega al equipo oficial de Honda para formar pareja con el ocho veces campeón del mundo, en un 'box' que pasa de los 13 títulos mundiales que había con el 'Dream Team' formado con Jorge Lorenzo, al 'Brother's Team' con un total de diez, por los dos del hermano menor, también campeón del mundo de Moto3 en 2014.
Entonces, su hermano Marc se había coronado con mucha antelación por segunda vez campeón del mundo de MotoGP y vivió con tensión la cita de final de año del Gran Premio de la Comunitat Valencia, a la que Àlex llegaba con once puntos de ventaja sobre el australiano Jack Miller. Este ganó, pero el catalán fue tercero y se llevó el título.
Curiosamente, Miller dio el salto directamente a la categoría 'reina', mientras que el piloto español pasaba a Moto2, apoyado por una estructura competente como la del equipo Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, campeona en 2014 con Tito Rabat. Había muchas expectativas sobre si sería capaz de emular a su hermano, campeón de 125cc en 2010 y de Moto2 en 2012, aunque en 2011 una lesión le impidió peleárselo hasta el final a Stefan Bradl, pero estas no se confirmaron.
Àlex Márquez no lo pasó bien en su primera temporada y sólo estuvo cerca del podio en Brno y Silverstone, donde fue cuarto. Las sensaciones no mejoraron en su segundo año, teóricamente más conocedor de la categoría. Logró un punto menos que en 2015, pero al menos pudo subir al podio con un segundo puesto en MotorLand Aragón, aunque su compañero, Franco Morbidelli, terminó cuarto y con ocho podios.
El italiano sería el campeón en 2017, en una temporada donde el español dio el primer paso adelante y estuvo entre los candidatos al título hasta pasado el ecuador del campeonato, pero a su falta de regularidad se unió el poderío de su compañero. Eso sí, su palmarés de victorias se inauguró con las de Jerez, Montmeló y Motegi.
Los 'cantos de sirena' para dar el salto a MotoGP empezaban a sonar con más fuerza, pero el ilerdense prefirió seguir curtiéndose en la categoría intermedia, aunque Estrella Galicia 0,0 Marc VDS tuviese una estructura allí que pudiese facilitárselo.
EXPLOTA POR FIN EN 2019
Paciencia y el deseo de subir habiéndoselo "ganado" y no por el mero hecho de su apellido eran sus armas. El buen 2017 hacía ser optimista de cara al 2018, pero tampoco fue su temporada e incluso sus prestaciones fueron algo 'peores', firmando un año sin victorias y con solo seis podios, números con los que es difícil ser campeón en Moto2.
Y la regularidad por fin apareció en este 2019, aunque el inicio fue complicado y tras las cuatro primeras carreras ya tenía un déficit de 36 puntos sobre un casi impecable Lorenzo Baldassarri. Pero a partir de ahí todo cambió, explotó sus cualidades, su moto le acompañó y se convirtió en el gran dominador hasta el parón veraniego.
Tres victorias seguidas en Le Mans, Mugello y Montmeló, y una más en Sachsering antes de irse de vacaciones para compensar el '0' de Assen. Líder con ocho puntos de ventaja sobre el experto y veterano Thomas Luthi, que se convirtieron en 43 a la vuelta a la acción tras su triunfo en Brno y su segundo puesto en Spielberg.
Àlex Márquez lo había encarrilado bien y la falta de un rival tan regular como él le 'ayudaba'. Así, su '0' en Silverstone no fue tan dañino y le mantuvo con 35 puntos de renta, una distancia que le hizo ser más calculador para no cometer errores. Su dominio y el de su moto había decrecido tras el parón y se centró en estar en la pelea por el podio.
Dos terceros consecutivos en Misano y MotorLand Aragón se lo dejaron en su mano antes de la exigente gira transoceánica con cuatro Grandes Premios en menos de un mes. En Tailandia, Japón y Australia no pudo estar con los mejores, pero nadie lo aprovechó y su paciencia encontró por fin el premio en Sepang.
Su segundo puesto en Malasia acabó con la emoción y todo hacía indicar que, renovado hasta 2020 con el EG 0,0 Marc VDS y con el salto a MotoGP mucho más cercano y probable, trataría de defender su título y emular al francés Johann Zarco, campeón de la categoría intermedia en 2015 y 2016.
Pero el inesperado adiós de Lorenzo le ha abierto una puerta a una oportunidad donde ahora podrá curtirse ayudado por la experiencia de su hermano, con el que trasladará su rivalidad en carreras de 'dirt track' y motocross, sana y sólo con el pique normal entre dos hermanos competitivos, a una más exigente, donde el campeón será seguramente más 'amable'. 12 victorias en Grandes Premios (8 en Moto2 y 4 en Moto3), un total de 38 podios (23 y 15) y 15 poles (12 y 3) le avalan.