'The County' aborda el empoderamiento femenino y los abusos de la "mafia" cooperativista en Islandia
VALLADOLID, 24 (EUROPA PRESS)
El director Grímur Hákonarson ha regresado a la 64 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) para luchar por su segunda Espiga de Oro -la primera la obtuvo en 2005 por 'Rams' (El valle de los carneros)-- con su último trabajo: 'Héradid' (The County), en la que recupera el medio rural de Islandia para abordar los abusos de la "mafia" del cooperativismo agrario, así como el empoderamiento femenino.
A diferencia de 'Rams', que se centra más en el enfoque del granjero romántico y en las relaciones familiares, 'Héradid' está ambientada en una época más moderna y analiza la relación del individuo con la sociedad al tiempo que representa a la mujer como "luchadora e independiente", según ha explicado el propio realizador durante la rueda de prensa posterior a la proyección de la cinta.
En este caso, la protagonista de la cinta, Inga (Arndís Hrönn Egilsdóttir), una agricultora de mediana edad que se rebela contra la poderosa cooperativa local, intenta sumar apoyos entre los demás agricultores del lugar para denunciar la corrupción de la cooperativa.
Sin embargo, se encuentra con una sólida resistencia que le obliga a desafiar la relación de dependencia y lealtad que vincula a la comunidad con el monopolio. Entonces, Inga tendrá que utilizar todos sus recursos y toda su astucia para desembarazarse del control de la cooperativa y conseguir vivir de acuerdo con sus principios.
Desde el siglo XIX, Islandia ha contado con un grandes movimientos cooperativos que han derivado en empresas gigantescas, pero muchas entraron en bancarrota en los 90 y solo algunas han logrado sobrevivir en la zona del norte del país. "El problema empieza cuando granjeros dejan de gestionar la cooperativa y recurren a personas más cultas pero desvinculadas del mundo rural", ha lamentado el director.
Además, el condado en el que se ubica la trama refleja una realidad social más amplia. De este modo, lo que parece un pequeño resquicio autocrático en el que la cooperativa mantiene el control a través del miedo, apela a toda una ideología nacionalista que se puede ver a mayor escala en otras regiones de Europa.
"Esta pequeña comunidad en la que la cooperativa controla la mayoría de los negocios e incluso el gobierno local, los lugareños están sometidos a una represión económica y espiritual", ha apuntado Hákonarsson, quien se inspiró en un lugar apodado "la Sicilia islandesa", donde los granjeros sufren abusos por influencia de la cooperativa.
Inicialmente, ha confesado que quiso realizar un documental pero los granjeros "no estaban preparados para hablar delante de la cámara por miedo al sistema".
Fue entonces cuando decidió contar la historia desde la ficción a través de la protagonista, a la que da vida la actriz Arndís Hrönn Egilsdóttir, quien ha asegurado que encontró al personaje a través del propio trabajo físico. "Me ha ayudado recorrer los caminos de tristeza, dolor y sufrimiento del personaje, sentimientos que también despiertan la valentía dentro de ella", ha explicado.
EL DIRECTOR
Grímur Hákonarson nació en 1977 en Islandia, en 2004 se tituló por la FAMU (la Academia Cinematográfica de las Artes Escénicas de Praga). Su cortometraje de graduación, 'Slavek The Shit' (2005), despertó el interés internacional al ser seleccionado por la Cinéfondation del Festival de Cannes antes de conquistar una docena de premios en festivales como el de Chicago. Su siguiente cortometraje, 'Wrestling', se estrenó en el Festival de Locarno en 2007 y es uno de los cortos más exitosos del cine islandés, tras cosechar 25 premios en todo el mundo.
En 2010 debutó en el largometraje con 'Summerland', que fue nominado a un premio Edda, y tras dirigir el documental 'A Pure Hearth', en 2015 se alzó con el premio a la mejor película en Un Certain Regard en Cannes y con la Espiga de Oro en la 60 Seminci por 'Rams' (El valle de los carneros).