La pasión de 'Il pirata' pone en pie al Teatro Real en su estreno en el coliseo madrileño

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Europa Press | 01 dic, 2019

MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El público del Teatro Real se ha rendido al 'Il pirata', de Vicenzo Bellini, que se ha representado en el coliseo madrileño por primera vez desde su estreno en Milán en 1827 y que ha conseguido poner en pie al público al término de la función.

La representación de esta ópera, que inauguró el romanticismo y convirtió a Bellini en uno de los grandes compositores de su época, se presentaba como un reto: el propio director del Teatro Real la definió durante su presentación ante la prensa como una obra "endiabladamente difícil" para todos los roles.

El tenor mexicano Javier Camarena, en el papel de Gualtiero, era uno de los principales atractivos de esta representación y, sin embargo, su compañera de reparto, la soprano búlgara Sonya Yoncheva, ha tenido el mayor protagonismo con el papel de Imogene. Si bien Camarena ha recibido largos aplausos durante toda la representación por su brillante interpretación, Yoncheva ha deslumbrado tanto por la potencia y dominio de la voz como por sus dotes interpretativas, lo que ha arrancado varios "bravas" durante la función.

No obstante, algunos de los momentos clave de la velada los han protagonizado juntos, en dúos en los que las voces de Camarena y Yoncheva han empastado a la perfección, tanto en color como en intensidad, y también en complicidad interpretativa que ha dado veracidad y más romanticismo --si cabe-- al libreto.

Además, también ha sido sobresaliente el trabajo de George Petean en el papel de Ernesto y ha sido especialmente conmovedor el dúo con Yoncheva. Ambos se han mostrado sobre el escenario devastados ante lo inevitable de sus historias, su tragedia y sus destinos, lo que ha arrancado una sentida ovación por parte del público, cómplice y testigo de su sufrimiento.

UNA PUESTA EN ESCENA SOBRIA

Emilio Sagi, quien fue director del Teatro Real entre 2001 y 2005, ha sido el responsable de la dirección escénica y en ella ha contado con Daniel Bianco, actual director del Teatro de la Zarzuela, como escenógrafo. Tal y como advirtió Sagi en la presentación de esta ópera, ha concebido un "entorno frío y minimalista" para permitir resaltar "la pasión y la emoción" en el escenario.

Después del mar embravecido por la tormenta con el que ha comenzado la función, conseguido a base de efectos luminosos en una transparencia, el resto de la representación se ha desarrollado en una caja de espejos que se abría o se cerraba según las necesidades dramáticas y que solo ha variado su composición para mostrar un bosque invernal pintado o restos de una batalla.

A pesar de de la sobriedad, la apuesta de Sagi ha brillado especialmente a final de la obra, cuando una tela negra y satinada de grandes dimensiones se ha convertido en la carga físico y simbólica que la protagonista ha tenido que soportar tras la tragedia.

Aunque el peso de 'Il pirata' recae en las voces, la orquesta, con dirección musical de Maurizio Benini, ha destacado en su ejecución, al igual que el coro, que ha dotado de solemnidad a la obra, pero también de dinamismo en algunos momentos con sus coreografías.

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