Javier Zuloaga aborda el papel de las falsas revoluciones en su quinta novela, 'Los palos que da la vida'
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Javier Zuloaga ha publicado su quinta novela, 'Los palos que da la vida' (Colección Talento), que gira en torno a las falsas revoluciones y el oportunismo de aquellos que medran sobre las miserias y sacan provecho de las injusticias.
Esta novela de ficción, que tiene formato de relato en primera persona, vuelve a contar con el personaje de Juan García como antihéroe a quién el autor describe como "un ingenuo que decide contar en su libro, 'Los palos que da la vida' qué es lo que le ha pasado" y que se sumerge de nuevo en el mundo de los antisitema, las tribus urbanas y los okupas, viajando por Madrid (su ciudad natal), así como Buenos Aires, las Azores y París.
Como explica Zuloaga, este libro "es una novela distinta", en la que ha tratado de "encontrar ese difícil equilibrio de narrativa íntima y no caer un estilo coloquial que resulte finalmente poco literario", de la mano de un personaje que abre los ojos y aprende "lo que pasa cuando se vive sin hacerlo". "En esta historia Juan descubre lo implacable que es a veces la soberbia de aquellos frente a los que no te muestras sumiso", añade el autor.
Esta es la tercera de sus cinco novelas en las que el populismo vuelve a tener un protagonismo especial pues, como recuerda Zuloaga, en la segunda, 'La Isla de los Rebeldes', un veterano profesor de humanidades y un periodista inconformista protagonizaban una historia en la que los intereses petrolíferos aparecían como grandes manipuladores de las emociones rebeldes de los habitantes de la isla del Caribe donde se desarrollaba la acción.
En la tercera, 'Librería Libertad', una novela coral con trama, aparecía por primera vez Laia Santaulla, altoburguesa catalana que sueña con la revolución, personaje que vuelve a aparecer en 'Los palos que da la vida', donde se cruza con Juan García desde su mismo papel revolucionario, dentro de un movimiento social que tiene gran peso en el argumento.
Preguntado por la coincidencia del título de la novela con la situación actual que se vive por la pandemia, Zuloaga ha recordado que "el libro ya estaba impreso cuando estalló la pandemia, pero aunque no hubiera sido así, creo que también hubiera optado por él porque es un reflejo válido de lo que ocurre en el argumento".
"Antes que nada hemos de ser cívicos, solidarios, prudentes, pero al mismo tiempo debemos saber luchar no sólo contra el virus, sino también contra las manipulaciones. Y esto no es fácil porque vivimos instalados en un mundo en el que cuesta distinguir lo cierto de lo falso, donde no hay transparencia y sí demasiada confusión, no pocas veces malintencionada", alerta.
"En algunos momentos creo que están en juego nuestras libertades. Ahora va a resultar que vivíamos en un mundo muy avanzado que estaba dejando atrás a quienes no estaban al corriente de los últimos avances. Todo era imparable, pero mire por donde era también sumamente frágil porque ha bastado un virus para frenarlo todo en seco o incluso para echarlo hacia atrás", concluye.