Inhaler en Madrid: Mencionar o no que son sangre de U2

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Europa Press | 29 feb, 2020

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

Inhaler es una joven banda de Dublín con una interesante dualidad ante sí: transitar su propio camino sin mencionar un pequeño gran detalle o, por el contrario, mencionarlo y quedar para siempre estigmatizados.

Porque muy probablemente sean la única banda de la capital irlandesa que prefiere no hablar de U2 en sus entrevistas por un pequeño detalle con la importancia justa: su cantante, Elijah Hewson, es hijo de Paul David Hewson, otro cantante conocido literalmente por todo el mundo como Bono.

Y eso resulta determinante quieran mencionarlo o no, queramos los demás verlo o no. Surge aquí, por tanto, la eterna necesidad de hacerse valer por sus propios méritos, el inconfesable impulso de matar al padre. Porque ser sangre de U2 les otorga una atención especial pero, al mismo tiempo, puede acabar con ellos más pronto que tarde.

Por el momento, están en ello. No tienen ni un álbum, pero es que eso tampoco es lo imparte en 2020. Aunque en otro giro curioso de los acontecimientos, lo cierto es que suenan pasmosmente a los primeros U2 del post punk de finales de los setenta, cuando la banda más famosa del mundo tampoco tenía disco alguno.

Es como una repetición de la historia que, y en este sí hay una gran diferencia, ha traído a Inhaler por primera vez a España en los inicios de su carrera. El de este viernes en la Sala Shoko de Madrid fue, de hecho, el primer concierto de Elijah Hewson y los suyos en suelo español y, a tenor de la respuesta, pueden plantearse volver -bueno, antes de eso, cita este sábado en Barcelona y en julio en el Bilbao BBK Live-.

No hay disco, lo dicho, porque tampoco lo consideran prioritario, tal y como contaron horas antes del concierto madrileño a Europa Press. Para hacerse escuchar tienen por ahora un puñado de sencillos como 'It won't always be like this', 'My honest face' o 'We have to move on'. Purito post punk ochentero que recuerda a Joy Division y que nos lleva de nuevo a U2, pues en sus primeros pasos también sonaban a los de Ian Curtis.

Más allá de las irremediables comparaciones, que se harán tediosas con el tiempo si todo les va bien, Inhaler convencieron a las 600 personas (aproximadamente) que se congregaron en la sala Shoko. Mucho fan de U2 talludito, pero también público 'guiri' y entendidos locales de la escena independiente global. Una combinación de lo más insospechada.

En menos de una hora finiquita la cuestión el cuarteto que, comandado por Elijah, está integrado por otros tres veinteañeros con caras muy de niños: Robert Keating (bajo), Josh Jenkinson (guitarra) y Ryan McMahon (carismático batería con toda la determinación). Y se van jaleados por el respetable portando una bandera de España: como procede cuando uno conquista tierra ajena.

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