El CBA otorga el nombre de María Moliner a una de sus salas y reivindica su papel como filóloga con una jornada homenaje

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Europa Press | 03 feb, 2020

Álvarez de Miranda (RAE) recuerda que la autora no entró en la institución en 1972 por el rechazo de un sector "fuertemente misógino"

MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

El Círculo de Bellas Artes (CBA) de Madrid otorgará este lunes 3 de febrero el nombre de la filóloga María Moliner a una de sus salas, un homenaje que estará acompañado de la jornada 'M de Moliner', divida en dos propuestas cinematográficas y un debate protagonizado por el lenguaje, con el objetivo de reconocer su aportación al lenguaje y reivindicarla "como un ejemplo para las mujeres".

Así lo ha explicado el presidente del CBA, Juan Miguel Hernández, durante la presentación del ciclo de actividades en torno al universo de Moliner, que comenzarán a las 17.00 horas en el Cine Estudio de la insitución cultural con la proyección de la comedia 'Bola de Fuego', dirigida por Howard Hawks en 1941, en la que un grupo de académicos se aventuran a escribir una enciclopedia.

Asimismo, se emitirá la película documental de Martha Rosler, 'Semiotics of the kitchen', pieza pionera en el cine feminista, un diccionario visual de utensilios de cocinar.

Las actividades, de entrada libre hasta completar aforo, se completarán a las 19.30 horas con el coloquio 'Con M de Moliner: el lenguaje a debate', en el que se abordarán cuestiones lingüísticas de actualidad y que estará moderado por la filóloga, poeta y periodista cultural Amalia Iglesias.

En este sentido, Iglesias ha subrayado que el debate contará con la participación del lingüista e investigador Manuel Alcántara Plá, que hablará acerca del lenguaje y las nuevas tecnologías; la doctora en filología hispánica y profesora universitaria Susana Guerrero, cuya intervención se centrará en el lenguaje inclusivo; y la monologuista y comunicadora audiovisual Valeria Ros, que se centrará en el papel del humor en el lenguaje.

Iglesias ha apuntado que el objetivo del coloquio, que se llevará a cabo en la Sala Ramón Gómez de la Serna del CBA, es conocer cómo influyen estos tres ámbitos del lenguaje dentro de la cultura actual, al tiempo que ha resaltado el papel de Molinera como "sabia" y "defensora de la cultura".

LA CULTURA: UN INSTRUMENTO DE "PAZ Y PROGRESO"

Así, ha recordado que, además de su famoso 'Diccionario de uso del español', Moliner escribió en 1937 la obra 'Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas' y abrió cerca de 105 bibliotecas en la España rural para reivindicar los valores de la cultura, algo que ella consideraba "un instrumento de paz y progreso".

Por su parte, el académico de la Real Academia Española (RAE) Pedro Álvarez de Miranda, ha reconocido que la iniciativa del CBA de denominar a una de sus salas con el nombre de María Moliner es una "excelente idea" por su aportación al lenguaje con la publicación de los dos tomos de su diccionario, en 1966 y 1967.

EL RECHAZO DE LA RAE

Álvarez de Miranda ha destacado que esta obra "es una verdadera proeza" hecha en la "soledad doméstica" y ha lamentado que Moliner no fuese elegida miembro de la RAE en 1972, año en el que fue incluido Emilio Alarcos, por la presencia de un sector "fuertemente misógino" que no permitió que las mujeres formasen parte de esta institución hasta 1978, con la entrada de Carmen Conde.

El académico ha reconocido que le "irritan" algunos de los tópicos que giran en torno a la filóloga, como que se mencione constantemente que escribía sobre una mesa camilla o que se recuerde la broma que ella misma hacía sobre su verdadera vocación: remendar calcetines.

"Fue una verdadera autodidacta en filología y su diccionario es un trabajo silencioso, doméstico y meticuloso que le ha concedido un puesto imperecedero en la historia de la lexicografía a pesar de no ser académica", ha matizado.

Para Iglesias, la broma de los calcetines formaba parte de la ironía de Moliner, una mujer "sencilla y familiar" que "era consciente de la condición masculina de la RAE". De este modo, ha resaltado la figura de la filóloga como "un ejemplo para todas las mujeres" por haber sido "degradada" por el régimen franquista y encontrar en su diccionario un "refugio" y "resistencia" frente a la "soledad y el exilio interior".

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