Cerca de 63.000 alumnos han disfrutado de la ópera 'El gato con botas' gracias a la retransmisión del Teatro Real
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El Teatro Real ha celebrado el Día de la Música con los cerca de 63.000 alumnos de toda España que se han sumado a la primera retransmisión de la temporada a centros escolares con la producción de 'El gato con botas', ópera infantil del compositor Xavier Montsalvatge, realizada por Emilio Sagi y Ágata Ruiz de la Prada.
Según ha informado el coliseo madrileño, este año, con la participación de un total de 500 centros escolares -de 332 localidades de 20 provincias españolas- se ha superado el número de colegios y alumnos -un 20 % más que en ediciones anteriores- que han querido vivir la experiencia de una mañana en la que sus aulas y salones de actos, a través de pizarras digitales y proyectores, han entrado en la sala principal del Teatro Real.
Esta iniciativa se lleva a cabo en coordinación con las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas con las que se ha firmado convenio de colaboración -Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Murcia- y está enmarcada en el proyecto pedagógico del Teatro Real, El Real Junior, con el que pretende acercar la música y las artes escénicas a los más jóvenes.
A través de este programa, el Teatro Real acoge cada año a más de 30.000 niños en las funciones escolares y familiares de sus espectáculos concebidos para diferentes edades (de bebés a adolescentes), y ha programado, desde 2016, una serie de retransmisiones en centros escolares, cuya participación sigue creciendo gracias a su apuesta por las nuevas tecnologías y al proyecto de difusión audiovisual, además de su firme vocación de acercar la ópera a todos los rincones de la geografía española más allá de su sede.
Inspirándose en los personajes travestidos de la ópera italiana del siglo XVIII, Montsalvatge destina el papel protagonista del gato a una mezzosoprano, lo que dio pie a Emilio Sagi -en la dirección de escena-, y Agatha Ruiz de la Prada -en la escenografía y figurines-, para transformar al gato en una gata "seductora y avispada", interpretada por Marisa Martins, que sorprende al público desde su primera aparición, llevándolo, con "su gracia y guiños cómplices", hasta "el esperado final feliz con boda, festejos y mucha algarabía".