El dogecoin no ha llegado a la luna, pero es la tercera 'cripto' favorita en EEUU

Pese a su origen como una 'divisa de broma', hay señales alcistas en lo que queda de año

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Bolsamania | 08 jul, 2021

Actualizado : 12:03

Ha sido una de las estrellas de la primera mitad de 2021 y aunque se ha desvanecido parte del furor alrededor del dogecoin, su protagonismo en el mercado de las criptodivisas es indiscutible, hasta tal punto que se ha colocado en el podio de las criptoinversiones más populares tanto en EEUU como en Reino Unido, sólo superada por el bitcoin y el ethereum. El futuro es incierto para esta moneda digital que nació como una broma, pero que cuenta con una buena legión de seguidores, encabezada por el fundador de Tesla, Elon Musk, que se ha propuesto llevarla a la luna. Y tal vez llegará… algún día.

La adopción de criptodivisas ha visto un crecimiento espectacular en 2021, con más de 300 millones de usuarios de ‘criptos’ en todo el mundo y 18.000 empresas que ya aceptan pagos con estos activos digitales. Aunque el bitcoin y el ethereum, como las monedas digitales más grandes del mundo, siguen teniendo las mayores tasas de propiedad en el criptoespacio, el dogecoin se ha hecho con un buen nicho de mercado. Según los datos presentados por TradingPlatforms.com, una cuarta parte de los criptoinversores estadounidenses han elegido el dogecoin en 2021, en comparación con el 15% en el Reino Unido.

Los datos de Measure Protocol muestran que el dogecoin es la tercera criptomoneda más popular para invertir tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido. Sin embargo, el bitcoin sigue encabezando de forma convincente esta lista en los dos países, con una tasa de propiedad del 80,7% y del 70%, respectivamente.

El ethereum ocupa el segundo lugar, con una cuota del 35,7% entre los inversores estadounidenses y una tasa de propiedad del 37,3% en el Reino Unido. Litecoin y Bitcoin Cash completan la lista de los cinco primeros.

INCREMENTO EN SU CAPITALIZACIÓN DE UN 2.700% EN 2021

Dogecoin comenzó allá por 2013 como una broma entre dos informáticos, pero ganó popularidad rápidamente. El ingeniero de software de IBM, Billy Markus, y el ingeniero de software de Adobe, Jackson Palmer, combinaron con éxito dos de los mayores fenómenos de 2013: el bitcoin y el meme de un perro, "doge", para crear una nueva criptomoneda que la gente comenzó a usar tan pronto como fue lanzada. Más de un millón de visitantes únicos acudieron a dogecoin.com en el primer mes del sitio web.

Sin embargo, ha sido en 2021 cuando la popularidad del dogecoin se ha disparado. En febrero, la moneda digital captó la atención del público cuando Elon Musk y el rapero Snoop Dogg enviaron una ráfaga de tuits sobre ella, haciendo subir su precio. El valor siguió creciendo en los meses siguientes, alcanzando un máximo histórico de 0,7 dólares el 8 de mayo. Aunque esta cifra bajó a 0,24 dólares la semana pasada, sigue representando un notable aumento del 2400% desde principios de año.

En los últimos seis meses, el dogecoin ha logrado también el hito de colocarse entre una de las diez principales criptodivisas por capitalización de mercado. En enero, el valor combinado de todos los dogecoins en circulación ascendía a unos 1.100 millones de dólares. Tras los tuits de Musk y Snoop Dogg sobre la moneda, esta cifra se disparó hasta los 6.500 millones de dólares el mes siguiente.

En abril, la capitalización de mercado del dogecoin alcanzó los 50.500 millones de dólares, un asombroso aumento del 4500% en cuatro meses, y siguió subiendo. El 8 de mayo, alcanzó un máximo histórico de 93.500 millones de dólares, y luego sufrió un importante tropiezo tras la reciente caída de los precios de las criptomonedas. La semana pasada, se situó en 31.500 millones de dólares, lo que supone un enorme aumento del 2700% desde principios de año.

QUÉ ESPERAR EN EL RESTO DEL AÑO

Pese a sus orígenes poco serios, el dogecoin goza ahora de una serie de factores potencialmente alcistas, que hacen que sea menos sencillo descartarla como activo. El riesgo para los inversores sigue siendo alto, como ocurre con todas las ‘altcoins’, pero los bajos costes energéticos del dogecoin, la posibilidad de un protocolo de seguridad compartido con el bitcoin, la disposición de algunas grandes empresas a aceptarla para sus compras (y la posibilidad de que se les unan más) y una cierta estabilidad de precios son señales positivas en general. Aunque no se puede medir directamente, el dogecoin también puede beneficiarse de la considerable buena voluntad de su "base de fans" de dos millones de inversores minoristas.

Con todo, los expertos avisan acerca de colocar nuestro dinero en este tipo de monedas, las llamadas ‘divisas meme’. Las criptomonedas, en su forma más pura, son revolucionarias y harán con el dinero lo que Internet hizo con los datos, pero este tipo de monedas “hace parecer a esta industria un patio de recreo”, avisa Antony Portno, fundador deTraders of Crypto. “Es una reminiscencia del ‘boom’ de Internet de principios de la década de 2000, cuando las empresas añadían ".com" a su marca incluso sin tener un sitio web y veían aumentar enormemente sus valoraciones”, agrega este analista.

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