Australia da los primeros pasos para elaborar su ley de criptomonedas
Propone distinguir cuatro tipos de productos relacionados con 'criptos'
El Tesoro de Australia ha abierto su consulta pública para elaborar su propia ley de criptomonedas sobre su propia taxonomía de criptoactivos. Los reguladores nacionales proponen distinguir cuatro grandes tipos de productos relacionados con el sector de las criptomonedas.
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Australia implementará una regulación para proveedores de 'criptos' en 2023El documento “Mapeado de ‘tokens’” (‘Token Mapping’) ha sido anunciado como un “paso fundamental en la agenda de reformas en varias etapas del Gobierno que se compromete a desarrollar entornos normativos adecuados para el sector de las criptomonedas”. “El mapeo de ‘tokens’ busca construir una comprensión compartida de los criptoactivos en el contexto regulatorio de los servicios financieros australianos. De este modo se explorará cómo se aplica la regulación existente al sector de las criptomonedas y se informará sobre las futuras opciones políticas”, explican desde el Gobierno del país oceánico.
El documento esboza los conceptos clave de “criptorredes”, “’tokens’ criptográficos” y “contratos inteligentes”. Según la visión del Tesoro, una criptored es un sistema informático distribuido capaz de albergar ‘tokens’, cuya función principal es almacenar información y procesar instrucciones de los usuarios. El documento cita Bitcoin y Ethereum como los dos ecosistemas o criptorredes públicas más conocidas.
Por otro lado, un ‘token’ criptográfico se define como una unidad de información digital que puede ser “utilizada o controlada exclusivamente” por una persona que no administra el hardware anfitrión donde está registrado dicho ‘token’; es decir, uno puede tener un ‘token’ de bitcoin (BTC), pero no controlar la red Bitcoin. Según el documento, el concepto de “uso y control exclusivos” es un factor clave que distingue a los tokens criptográficos de otros registros digitales.
En último lugar, entienden un “contrato inteligente” como el código informático que se ha publicado en la base de datos de una red criptográfica. Este, implica a intermediarios o agentes que realizan funciones de conformidad con promesas u otros acuerdos o funciones que realizan las cripto redes en ausencia de promesas, intermediarios y agentes.
Partiendo de estas definiciones, el Tesoro australiano propone su propia taxonomía de productos y servicios relacionados con las criptomonedas, que divide en cuatro grandes categorías. En primer lugar, los “servicios de criptoactivos”, los cuales incluyen préstamos y empréstitos, el comercio de ‘tokens’, la gestión de fondos, la minería o los juegos de azar y servicios de custodia.
En segundo lugar, estarían los “criptoactivos intermediados”, que son los que más se acercan a la definición generalizada de ‘tokens’: derechos o licencias en relación con el acceso a eventos o suscripciones, propiedad intelectual, programas de recompensas, bienes y servicios de consumo, dinero fiduciario, activos no financieros y cupones de bonos del Estado. Dentro de esta categoría se enmarcan las ‘stablecoins’.
Les siguen los ‘tokens’ de red, definido como “un nuevo tipo de moneda” que constituye una infraestructura de pago entre pares, como por ejemplo el bitcoin. Por último, los contratos inteligentes, que pueden ser “intermediados” o “públicos”.
Aunque el documento propone iniciar el debate sobre esta taxonomía, no aporta ninguna iniciativa legislativa. El Tesoro autores prevé una adaptación relativamente fácil de las leyes existentes para una gran parte del ecosistema criptográfico y esperará los comentarios de los actores del sector hasta el 3 de marzo, fecha en la que publicará un documento similar sobre el posible marco de concesión de licencias y custodias de ‘criptos’.
Recientemente, el Gobierno de Reino Unido también ha comenzado a dar pasos para elaborar su propia regulación de criptoactivos.