¿Cuál es la verdadera historia del semáforo eléctrico?
Un cinco de agosto de 1914 se instaló el primer disco entre las calles 105th y Euclid en la ciudad estadounidense de Cleveland, Ohio
- El primer semáforo fue de gas
- La tercera luz se incluyó en 1923
- A España llegaron en 1926
Actualizado : 14:44
El semáforo eléctrico cumple 101 años. Un cinco de agosto de 1914 se instaló el primer disco entre las calles 105th y Euclid en la ciudad estadounidense de Cleveland, Ohio. Y es que en poco menos de una década, las tranquilas carreteras del mundo, únicamente transitadas por algún que otro carruaje, vieron como su paz era perturbada por un intruso: el automóvil.
El 5 de agosto de ese año, recién estallada la Primera Guerra Mundial, se instalaba en Norteamérica el primer semáforo que no funcionaba con gas
En 1914 la compra de automóviles se había extendido tanto que generó problemas de tráfico entre los peatones y los carruajes. Según señala Europa Press, las carreteras se llenaron en poco tiempo de estos nuevos inquilinos, que causaban numeroso accidentes y conflictos entre una sociedad poco acostumbrada a circular.
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Así, en las ciudades, los choques eran constantes y había que buscar una solución. El 5 de agosto de ese año, recién estallada la Primera Guerra Mundial, se instalaba en Norteamérica el primer semáforo que no funcionaba con gas.
Algunos años antes tuvo lugar en Londres el primer intento para controlar el tráfico. El primer semáforo de vapor fue instalado a principios de siglo frente al parlamento británico. Ese tipo de discos debían estar supervisados por agentes, ya que tenían tendencia a explotar y solo mostraban las palabras 'parar' y 'mover'. De hecho un policía falleció al explotar uno de los discos mientras estaba de servicio, razón por la cual la utilización de estos semáforos se desetimó.
LOS PRIMEROS SEMÁFOROS TENÍAN DOS LUCES
En los primeros discos el cambio en la caja de luces se avisaba con un sonoro zumbido, hasta que en 1923 Garret Morgan patentaba el primer disco con tres luces que señalaba el cambio de una manera menos molesta.
Los españoles tuvieron que esperar unos cuantos años más para conocer el primer semáforo eléctrico, que en 1926 se ubicó en el cruce de la calle de Alcalá con Barquillo de Madrid.
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