La moratoria hipotecaria pincha en hueso por la dificultad de la documentación

La moratoria del pago de la hipoteca para las personas más afectadas por el parón de la economía a causa del coronavirus no ha tenido apenas repercusión en la población. Las entidades han registrado un número de solicitudes insignificante respecto a las hipotecas que tienen concedidas y la razón principal es la enorme dificultad para conseguir toda la documentación requerida para pedirla, un trabajo que no compensa a mucha gente para ahorrarse una sola letra. La extensión de la medida a tres meses adoptada este martes puede atraer una mayor demanda.

Bolsamanía ya advirtió de que solicitar la moratoria suponía una auténtica odisea por la cantidad de documentación que se exigía y la dificultad para obtenerla con el confinamiento actual: todos los organismos oficiales están cerrados, no todos los documentos pueden solicitarse online (o tardan mucho en enviarlos) e incluso hacer una fotocopia es muy complicado.

Recordemos que hay que facilitar al banco un certificado expedido por la entidad gestora de las prestaciones de desempleo (con la cantidad percibida) en el caso de los parados, o por por la Agencia Tributaria en el de los autónomos que han solicitado el cese de actividad; fotocopia del libro de familia; certificado de empadronamiento; nota simple del Registro de la Propiedad; y fotocopia de la escritura de la casa (más declaración de discapacidad en su caso). Y además, es obligatorio elevar la moratoria a escritura pública e inscribirla en el registro -aunque los gastos los paga el banco y están bonificados-.

Demasiadas complicaciones para, al final, ahorrarse solo una cuota de la hipoteca. De ahí las pocas solicitudes recibidas. A la vista del fracaso de la medida, el Gobierno extendió el martes la moratoria a tres meses, con lo cual merece mucho más la pena afrontar todas estas molestias.

HAY QUE CUMPLIR LOS CUATRO CRITERIOS DE VULNERABILIAD A LA VEZ

Otro gran obstáculo para obtener la moratoria es que no estaba claro si había que cumplir solo uno de los cuatro supuestos de vulnerabilidad económica que dan acceso a esta medida, o los cuatro a la vez, como estaba exigiendo la mayoría de los bancos siguiendo instrucciones del Banco de España. En este punto, las modificaciones adoptadas esta semana por el Gobierno hacen un flaco favor a los hipotecados: confirma que se exige cumplir los cuatro a la vez. Algo que seguirá limitando mucho el colectivo que puede acogerse a la medida.

Estos criterios son los siguientes:

- Que el deudor hipotecario pase a estar en situación de desempleo o, en caso de ser empresario o profesional, sufra una pérdida sustancial de sus ingresos o una caída sustancial en su facturación de al menos un 40%.

-Que el conjunto de los ingresos de los miembros de la unidad familiar no supere, en el mes anterior a la solicitud de la moratoria, con carácter general, el límite de 3 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) mensual (se amplía en función de hijos, ascendientes o discapacidad).

-Que el total de las cuotas hipotecarias de los bienes inmuebles, más los gastos y suministros básicos, resulte superior o igual al 35% de los ingresos netos que perciba el conjunto de los miembros de la unidad familiar.

-Que, a consecuencia de la emergencia sanitaria, la unidad familiar haya sufrido una alteración significativa de sus circunstancias económicas en términos de esfuerzo de acceso a la vivienda, lo que significa que el esfuerzo que represente el total de la carga hipotecaria sobre la renta familiar se haya multiplicado por al menos 1,3.