Japón anuncia un histórico paquete de estímulos de 79 billones de yenes
Suga y Abe inyectaron estímulos en 2020 por valor de 40 y 38 billones, respectivamente
El Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, ha anunciado un histórico paquete de estímulo para Japón de 79 billones de yenes en total (unos 700.000 millones de dólares), de los cuales, 56 billones de yenes (alrededor de medio billón de dólares) incluyen medidas fiscales. Esta inyección de capitales es muy superior a las anunciadas en 2020 por sus predecesores, Shinzo Abe y Yoshihide Suga.
"La inyección de 56 billones de yenes, la tercera desde que se produjo la crisis del COVID-19 el año pasado y que se espera que sea aprobada por el gabinete a lo largo del día, "es suficiente para dar una sensación de seguridad y esperanza al pueblo japonés", dijo Kishida. Afirmó que se espera que el gasto fiscal ascienda hasta los 79 billones de yenes, incluyendo otros elementos como los préstamos de fondos.
El gasto incluirá una serie de medidas, entre las que se dice que se incluyen ayudas en efectivo y cupones para las familias con hijos menores de 18 años que cumplan un límite de ingresos, así como aumentos salariales para las enfermeras y los cuidadores.
Los amplios planes de gasto se producen después de que la economía japonesa se contrajera mucho más de lo previsto en el segundo trimestre, mientras los dirigentes se esforzaban por superar el brote imponiendo medidas de contención en Tokio y otras ciudades.
Los ex primeros ministros Yoshihide Suga y Shinzo Abe invirtieron 40 y 38 billones de yenes respectivamente en la economía en 2020, aunque algunos analistas y medios de comunicación han planteado dudas sobre la eficacia de ese gasto.
"Hemos sido capaces de construir medidas económicas que abrirán la nueva sociedad después de la pandemia", dijo Kishida en las conversaciones políticas entre el gabinete y la coalición gobernante.
Kishida triunfó en unas elecciones generales el mes pasado, tras haber prometido desencadenar un enorme programa de gasto después de que su predecesor Suga dimitiera, en parte por la respuesta de su gobierno al virus.
Los negocios, especialmente los restaurantes y bares, han soportado meses de restricciones puntuales en los horarios de apertura y en la venta de alcohol desde que comenzó la pandemia. Las fronteras de Japón también siguen cerradas a los turistas.
Los datos del gobierno mostraron esta semana que la economía japonesa se contrajo un 0,8% en los tres meses anteriores a septiembre -mucho peor de lo que esperaba el mercado-, ya que el aumento récord de casos del virus afectó al gasto y los problemas de la cadena de suministro obstaculizaron los negocios.
Sin embargo, los casos diarios han disminuido en los últimos meses, y más de tres cuartas partes de la población están ya totalmente vacunados, habiéndose levantado la mayoría de las restricciones en todo el país.
Los economistas afirman que el estímulo apoyará en cierta medida el crecimiento de Japón, aunque algunos medios de comunicación han cuestionado la eficacia de las donaciones y han criticado la falta de claridad sobre cómo se financiará el gasto.