Las viejas glorias agonizan: Telefónica, Santander, BBVA y Repsol, a examen
Los dos grandes bancos de nuestro país han pulverizado los mínimos de 2009
La hemorragia vendedora en los bancos no tiene fin, pero tampoco lo hacen mucho mejor otros pesos pesados (muy venidos a menos) como Telefónica y Repsol. La operadora de telecomunicaciones se colocaba la semana pasada en el puesto número once por capitalización bursátil del Ibex 35.
La debilidad de nuestro selectivo no es de ahora, viene de muy lejos. Me atrevería a decir que viene desde la última gran crisis financiera mundial, la de 2008. A la crisis mundial se le sumó unos años después la gran crisis de deuda soberana europea, donde los países más afectados fueron Grecia, Italia y España. El caso es que desde entonces vamos encadenando crisis tras crisis sin recuperarnos por completo de ninguna de ellas. Para lo bueno y para lo malo nuestra exposición a los bancos ha sido siempre mayor que el resto de nuestros vecinos. De manera que los bancos eran uno de los grandes motores de nuestro Ibex y el otro lo conformaban Telefónica, Iberdrola e Inditex. Repsol también aportaba lo suyo en sus mejores momentos.
Pero la debacle de los bancos, que lo es a escala mundial, ha terminado hundiendo a los nuestros. La banca española está mucho más tocada que el resto de los bancos del Viejo Continente. Y en especial en los últimos meses destacan la debilidad de Santander y de BBVA. Telefónica ya no es para nada la que era y de Repsol tres cuartas partes de lo mismo. Digamos que solo se salvan Iberdrola, Endesa e Inditex, y esta última cotiza muy lejos de sus máximos. Y si miramos a escala global, lo único que realmente ha subido en los últimos meses es la tecnología, las farmacéuticas y biotecnológicas y las químicas. En detrimento de los bancos, las petroleras y de todas las compañías relacionadas con el turismo, que de estas tenemos muchas también (Amadeus, Meliá, NH, Aena, IAG, etcétera). O cambiamos la composición de nuestro Ibex o no levantaremos cabeza nunca.
A continuación, analizamos el gráfico de las siguientes compañías:
TELEFÓNICA
Rebotes aparte, fruto de la sobreventa extrema acumulada en todos los plazos, no hay por dónde coger el título. Aunque ya a mediados de marzo, tras la perforación de los mínimos de 2012, advertíamos de la formación de un gran doble techo que apuntaba y apunta hacia la zona de los 2,50 euros, coincidiendo además con los mínimos de 2002. Evidentemente hemos de asistir a rebotes de cierta intensidad (fases de reacción) pero no por ello el título va a dejar de ser bajista. Nada más lejos de la realidad. De hecho, desde finales de 2014 tenemos impecables máximos y mínimos decrecientes, por no hablar de la directriz bajista que une todos y cada uno de los máximos decrecientes desde entonces. Impecable directriz bajista con bastantes más de tres puntos de tangencia (el mínimo exigible para poder hablar de una directriz). Llegados a este punto, si hay que intentarlo en los títulos de la operadora debería ser en los niveles de precio más cercanos posibles al soporte de los 2,50 euros.
SANTANDER
Finalmente, los títulos de la entidad cántabra se han llevado por delante el soporte que tenía en los 1,77 euros: los mínimos de mayo y de 2009. De hecho, recientemente decíamos aquello de “tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse”. Y ese se rompió. Y ahora le tenemos intentando agarrarse al soporte de los 1,50 euros, esto es los mínimos de 1998 y de 2002. Y por debajo de los 1,50 euros no hay nada claro. No hay visibilidad alguna dado que la siguiente gran zona de soporte está tan alejada de los niveles actuales que casi no tiene sentido hacer referencia a ella. Pero sí, más vale que la zona de los 1,50 euros aguante si no queremos empezar a ver fantasmas. Y eso que el desplome acumulado en los últimos años es de aúpa, del -70% desde los máximos de 2018.
BBVA
Los títulos de la entidad vasca están perforando la zona de soporte de los 2,335 euros: los mínimos de 2009. No sería nada extraño que desde aquí asistiéramos a algún que otro rebote fruto de la sobreventa extrema en todos los plazos. Pero nada más, no se trataría de ningún cambio de tendencia. Sería bueno que este soporte terminara aguantando en velas mensuales. Si no lo hace, el problema es que no tenemos ni idea de dónde puede tratar de hacer suelo, aunque solo fuera en concepto de rebote. Ya que como se puede observar en el gráfico de largo plazo no hay nada por debajo. No hay zonas de acumulación ni nada que nos de alguna pista de por dónde pueden ir los tiros. Muy complicada la situación por la que están pasando los dos grandes bancos de nuestro país.
REPSOL
Lo único a destacar de los títulos de nuestra petrolera es que, por el momento, no ha perforado el soporte que presenta en los mínimos de marzo (5,58), cosa que sí han hecho otros ‘blue chips’ como Santander, BBVA o Telefónica, entre otros. Figura de vuelta no tenemos, ni nada que nos invite a pensar que hemos visto lo peor para el título. O al menos no todavía. Por arriba, por el lado de las resistencias, la más importante (aunque muy alejada de los niveles actuales de precio) tenemos el hueco bajista semanal de marzo en los 9,06 euros. ‘Gap’ que se rellenó en su totalidad durante el rebote del mes de junio, pero que no se llegó a cerrar, o lo que es lo mismo anular.