A Santander se le atraganta una y otra vez la directriz bajista principal
Los títulos de la entidad cántabra suben un 11% en el año
Actualizado : 09:39
Una directriz bajista es una recta que presenta impecables máximos decrecientes y que ha de cumplir la condición de tener, al menos, tres puntos de tangencia o de apoyo en la misma. No nos vale solo dos puntos de toque.
Al fin y al cabo, se trata de una zona de resistencia donde la pendiente es negativa y en la que cada vez que el precio la toca se produce una descarga de papel. Es decir, la oferta es superior a la demanda y por eso los precios caen. Si atendemos al gráfico semanal de la entidad cántabra podemos ver cómo, dilataciones puntuales aparte, el precio se ha vuelto a frenar con precisión máxima en la directriz bajista principal, la que une todos y cada uno de los sucesivos máximos decrecientes desde comienzos de 2018 (5,32). El oscilador de momento estocástico también apunta a la prudencia dado que está muy sobrecomprado y, además se ha girado a la baja.
Esto, en teoría, deja las puertas abiertas a la posibilidad de corregir con mayor profundidad en las próximas sesiones/semanas corrigiendo/ajustando proporcionalmente los últimos excesos. ¿O ya no nos acordamos de que en octubre la cotización se encontraba en los 1,45 euros? Como soporte más inmediato tenemos los 2,77 (mínimo de marzo) y por debajo y de mayor relevancia tenemos los aprox. 2,40 euros.