¿Qué ha de pasar para que miremos a Grifols con otros ojos?

En los últimos tiempos hemos conocido diversas noticias positivas sobre la compañía que son cotizadas en un abrir y cerrar de ojos. Estas cotizan con importantes subidas y una o dos sesiones más tarde el precio termina desandando todo lo andado. De manera que tenemos el valor en los mismos niveles de precio que a mediados de febrero.

Últimamente parece que las buenas noticias en Grifols duran en el mercado lo que un caramelo en la puerta de un colegio, casi nada. Han sido muchas las noticias en los últimos tiempos que han provocado subidas puntuales para poco después perder todo lo ganado e incluso profundizar en las caídas. Y dentro de este errático movimiento lateral de los últimos tiempos lo único que está quedando más o menos claro es que existe una importante zona de resistencia en el rango de los 25,64 euros (máximos de enero) y los 25,94 euros (máximos de junio). De lo que se deduce que solo por encima de los 26 euros, con holgura y en precios de cierre (si es semanal mejor que mejor) podremos hablar de un antes y un después en el título.

Es decir, a día de hoy solo podemos hablar de figura de vuelta en la compañía fabricante de hemoderivados cuando el precio confirme por encima de los 26 euros. Mientras tanto no tendremos nada de nada. Simples bandazos al alza y a la baja dentro de un errático movimiento lateral en el mejor de los casos. Por abajo, por el lado de los soportes, el más inmediato lo tenemos a la vuelta de la esquina: los mínimos de junio en los 21,40 euros.