¿Cuándo volveremos a mirar a Telefónica con otros ojos?

Desde los máximos de marzo de 2017 los títulos de la operadora se encuentran dibujando impecables máximos y mínimos decrecientes y así no se sube.

Para tener una primera señal de fortaleza más allá de los típicos rebotes necesitamos que el precio salte y confirme por encima de la resistencia de los 8,55 euros, los máximos de noviembre. Mientras tanto cualquier rebote, cualquier subida será eso, un simple rebote dentro de la fase correctiva que viene durando ya cerca de nueves meses. Por abajo, por el lado de los soportes, el más inmediato lo encontramos en los mínimos de 2017, en los 8,10 euros. La perforación de este soporte no haría sino dar continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes y así no se sube. Por lo tanto y a modo de resumen solo por encima de los 8,55 euros, preferiblemente en velas semanales y con volumen, tendremos un antes y un después en la operadora.