Pasan los meses, pero la inteligencia artificial (IA) se mantiene como una de las tendencias de inversión más fuertes del momento. La llegada de ChatGPT a finales de 2022 ha disparado el interés por esta tecnología y en valores directamente relacionadas con ella, especialmente los fabricantes de semiconductores y los centros de datos, debido a la enorme potencia de cálculo que requiere.
Para WisdomTree, la era de la IA no ha hecho más que empezar. Podemos remontarnos atrás en el tiempo, como a la victoria que Deep Blue, la supercomputadora creada por IBM, consiguió en 1997 frente al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov para encontrar algunos de los primeros logros que despertaron la admiración por esta tecnología, pero está siendo ahora cuando el desarrollo IA está empezando a coger velocidad.
"Aunque estas brillantes demostraciones de su potencial han sido una fuente de admiración durante décadas, la adopción generalizada de la IA solo ha sido posible en los últimos años como respuesta a un mundo hiperconectado que maneja y genera enormes cantidades de datos y que además cuenta con una inmensa potencia de cálculo", apunta Mobeen Tahir, director de investigación macroeconómica y soluciones tácticas de la firma estadounidense.
Por ello, es precisamente ahora, momento en el que esta tecnología está a la orden del día, cuando la creciente aceptación de la IA está generando oportunidades "interesantes" para los inversores.
SIETE FACTORES A SEGUIR
En este contexto, Tahir destaca que hay, al menos, siete tendencias a las que prestar atención dado que marcarán el rumbo de la inversión en esta tecnología durante los próximos "seis a doce meses".
Una de ellas es el contexto macroeconómico más favorable, representado en el ciclo de ajuste gradual de las políticas monetarias de los bancos centrales. En las últimas semanas, tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) han bajado los tipos de interés y han dejado claro que lo seguirán haciendo en los próximos meses, siempre y cuando la inflación vaya convergiendo hacia el objetivo del 2%.
Ante la expectativa de una postura monetaria más moderada, es probable que las pequeñas y medianas empresas se vean beneficiadas. "Históricamente, la renta variable ha tenido un buen comportamiento durante el primer año tras un recorte inicial de tipos de interés, teniendo en cuenta que las pequeñas empresas suelen tener un mejor rendimiento que el de sus hermanas mayores", apunta el experto de WisdomTree. Por ello, los inversores que busquen una exposición pura a la IA y temáticas afines se encontrarán con "una buena combinación de empresas de mediana y pequeña capitalización" que lo deberían hacer bien a medio plazo.
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WisdomTree cuestiona que la IA pueda cumplir sus promesas y advierte sobre la sobrecompraEn este sentido, la gestora norteamericana también recalca que hay oportunidades en las grandes capitalizaciones más allá de Nvidia, que ha liderado el mercado bursátil en los últimos tiempos. La impresionante revalorización de la compañía californiana ha opacado el magnífico rendimiento de otros valores como Qualcomm, Broadcom, Micron Technology o Marvell Technology, firmas que han creado una "sólida" base de clientes y están haciendo grandes progresos sin generar tanto alboroto. "A medida que la temática de la IA evolucione, es probable que los inversores diversifiquen sus carteras para incluir un conjunto más amplio de actores, además de Nvidia", agrega Tahir.
No obstante, la previsión de WisdomTree es que empresas más pequeñas y ágiles lideren la innovación en IA, como ha demostrado OpenAI en los últimos trimestres, especialmente tras el lanzamiento de ChatGPT. Según Bessemer Venture Partners, los modelos fundacionales de IA son el "nuevo petróleo", y empresas emergentes como OpenAI acaparan una parte significativa de la financiación de capital riesgo en IA. Cabe señalar que, de confirmarse las cifras de su próxima ronda de financiación, la 'startup' dirigida por Sam Altman podría tener un valor similar al de Goldman Sachs o de The Walt Disney Company.
"En los mercados cotizados, las empresas más pequeñas tienen potencial para superar a sus rivales más grandes, convirtiéndose en objetivos de adquisición o creciendo de forma independiente. A medida que entren en juego políticas monetarias favorables, estas empresas podrían experimentar un crecimiento significativo. Esto significa que, en su afán por exponerse a los gigantes, los inversores no deben pasar por alto a los actores más pequeños que, aunque pueden estar dando sus primeros pasos, albergan un inmenso potencial", explica la firma estadounidense.
Los efectos del empuje de estas compañías ya se empieza a notar. Microsoft ha incorporado la tecnología de OpenAI en su buscador Bing y en algunos de sus productos y Apple ha seguido su estela, anunciando una asociación estratégica con la OpenAI y su propia plataforma de IA, Apple Intelligence. Otras compañías como Google también están desarrollando respuestas a los productos de OpenAI como Gemini, su propio bot conversacional.
Según datos de Statista, el número de dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) casi se duplicará de aquí al año 2030, pasando de menos de 18.000 millones en 2024 a más de 30.000 millones. Estos dispositivos no solo estarán conectados, sino que muchos de ellos estarán dotados de inteligencia artificial, lo que dará paso a una era de dispositivos inteligentes que "recopilarán y procesarán datos del mundo real, en tiempo real". "Desde elementos ponibles (relojes, etc) hasta vehículos, la IA impulsará cada vez más los dispositivos que nos rodean, cambiando la forma en que interactuamos con la tecnología. Los inversores deben reevaluar constantemente qué empresas pueden clasificarse dentro de la IA y dónde encajan en la cadena de valor de este sector", explican desde WisdomTree.
Paralelamente, la gestora estadounidense también señala que el energético será otro sector que se debería beneficiar del empuje de la IA. La demanda de energía limpia para poder alimentar los centros de datos que hacen funcionar a estas inteligencias artificiales se multiplicará de forma exponencial, ya que compañías como Amazon se han comprometido a invertir cientos de millones de dólares en centros de datos en los próximos años. Los datos de Cisco y Goldman Sachs, entre otros, proyectan que la demanda de energía renovable para alimentar estos servidores aumentará en un 160% hasta 2030.
Asimismo, otros sectores como el biotecnológico, por ejemplo, podrían conseguir avances de forma más recurrente, ya que las capacidades de la IA pueden ayudar a desarrollar nuevos fármacos. De igual modo, la ciberseguridad también parece destacar como un sector al que prestar atención: un estudio reciente de Google DeepMind descubrió que moldear la opinión pública era el objetivo más común a la hora de utilizar IA. Conforme el panorama digital se vuelve más complejo y surgen nuevas amenazas, la demanda de soluciones avanzadas no deja de crecer.
No obstante, no todo es positivo, ya que, si bien el futuro de la IA parece ser prometedor, no está exento de riesgos. La regulación, las políticas comerciales y la dinámica geopolítica, entre otros factores, influirán en la trayectoria del desarrollo de la IA.
Así y todo, WisdomTree tiene claro que el progreso es "inevitable". "Al igual que una vez dijimos: 'Hay una aplicación para eso', pronto diremos: 'Hay una IA para eso'. Adoptar la IA ya no es una opción: es un elemento esencial para mantenerse a la cabeza en un mundo que cambia rápidamente. A medida que la IA siga evolucionando, también debe hacerlo nuestra visión sobre la inversión. Nos esperan tiempos fascinantes", sentencia Tahir.