“El sentimiento sigue siendo bajista, demasiado bajista para una reversión inmediata del rally bajista”. Esa es la principal conclusión que se desprende de la encuesta de gestores de fondos mensual correspondiente a agosto realizada por Bank of America. Con todo, el informe destaca que las previsiones ya no son “apocalípticamente bajistas, a medida que aumentan las esperanzas de que los choques de la inflación y las subidas de tipos terminen en los próximos trimestres”.
De hecho, el optimismo sobre el crecimiento mundial se recuperó respecto al mes pasado. El porcentaje neto de inversores que esperan una economía más fuerte avanzó hasta el -67% desde los mínimos del -79% de julio. “La “flaca” recesión está tan consensuada como en marzo de 2009 y abril de 2009, por lo que el 88% de los inversores espera una menor inflación en los próximos 12 meses y el temor a las subidas draconianas está disminuyendo, ya que se prevén subidas de los fondos de la Fed en el rango de entre los 100 y 125 puntos básicos”, explican desde BofA.
Con todo, el porcentaje de inversores que cree que la economía global experimentará una recesión en los próximos 12 meses ha aumentado hasta el nivel del 58% desde el 47% anterior, volviendo a niveles de mayo de 2020. Un 37% de los inversores ven a China y al sector inmobiliario mundial como los principales catalizadores de un “evento crediticio sistémico”, seguido de la deuda soberana italiana (13%) y los préstamos apalancados (12%).
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Casi la mitad de los gestores ve subidas de más del 5% en la renta variable europea para 2023En cuanto a la crisis energética de Europa, los gestores de fondos creen que la consecuencia más probable es la imposición de unos topes al precio de la energía por parte del G7 (+30%). Otras opciones que contemplan los encuestados son una crisis de deuda soberana en Europa, una respuesta dada por casi un 30% de los encuestados, o un cambio en la política monetaria de los bancos centrales (10%).
Sobre esto último, uno de cada dos encuestados cree que el evento que podría propiciar este cambio de parecer en la hoja de ruta de la Fed es la caída de la inflación PCE de EEUU al 4%; dos de cada cinco creen, por el contrario, que unas solicitudes iniciales de desempleo superiores a 300.000 podrían ser el desencadenante.
En el último mes, se ha duplicado el porcentaje de gestores (10%) que creen que una caída del S&P 500 al nivel de los 3.500 puntos podría ser el evento que empuje a la Fed a modificar su estrategia de lucha contra la inflación.
MENOS PESIMISTAS CON EL CRECIMIENTO
Como decimos, el pasado julio un 79% de los inversores pensaba que la economía mundial se debilitaría el próximo año, un dato que ha recortado hasta el 67% en el último mes. El 88% de los encuestados esperan una inflación más baja en los próximos doce meses, situándose en máximos de 2009, en plena crisis financiera global; asimismo, el 90% piensa que el escenario más plausible para los próximos 12 meses será estanflacionario.
En cuanto al riesgo, este ha repuntado ligeramente desde julio, donde el 58% de los inversores reconocía estar tomando menos riesgos de los habituales en sus inversiones. En agosto, ese dato se situó en el nivel del 47%. En este sentido, un 20% de los encuestados creen que el valor superará al crecimiento en los próximos meses, un sentimiento que no se veía reflejado en esta encuesta desde hace dos años.
Asimismo, un 72% de los gestores espera un empeoramiento de las ganancias por acción en el próximo año, un 8% menos que el dato de julio. Asimismo, el 16% de los encuestados creen que las compañías están sobreapalancadas y un 48% considera necesario que las compañías mejoren sus balances antes que incrementar el gasto de capital (28%) o hacer programas de retribución al accionista (18%).