La Reserva Federal (Fed), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra (BoE) y un sinfín de bancos centrales de todo el mundo han empezado a bajar los tipos de interés. Y a medida que las políticas monetarias se relajan, los inversores evalúan las implicaciones de este nuevo ciclo para sus carteras.
Desde Union Bancaire Privée (UBP) creen que las decisiones de los distintos organismos están reconfigurando el panorama financiero y actúan como un catalizador tanto para empresas como para consumidores. Pero ¿qué significa esta ola de recortes para las distintas clases de activos?
RENTA VARIABLE
En un entorno de tipos de interés más bajos, en la gestora suiza destacan que los consumidores se inclinan más por comprar bienes que requieren financiación y que este impulso se trasmite a las empresas, reactivando la actividad manufacturera y contribuyendo a un nuevo círculo virtuoso para la economía.
"Las acciones de las empresas vinculadas a estos bienes de consumo o sectores manufactureros relacionados (por ejemplo, constructores de viviendas, materiales de construcción, piezas industriales) suelen ser las primeras en experimentar una nueva aceleración del crecimiento, lo que alimenta el interés de los inversores en estas áreas cíclicas del mercado", afirman los analistas de UBP.
A nivel empresarial, unas tasas favorables también suponen un apoyo para las inversiones y mejoran los perfiles de deuda al reducir el coste de los préstamos, la financiación de las ampliaciones o adquisiciones, lo que puede dar lugar a mayores previsiones de beneficios.
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Las claves de Safra Sarasin y Morgan Stanley para ganar en bolsa con una Fed más laxa"Los sectores con altos niveles de deuda, como el inmobiliario y los servicios públicos, son especialmente sensibles a las fluctuaciones de los tipos de interés, y se benefician de unos tipos más bajos tanto en términos de beneficios como de salud del balance. Estos sectores, conocidos como 'representantes de los bonos', suelen mostrar una relación inversa entre los tipos de interés y el rendimiento del precio de las acciones: cuando los tipos caen, los precios de las acciones suben", agregan.
En este sentido, las valoraciones de las acciones se ven respaldadas por un escenario de recortes de tipos, ya que el valor actual de las ganancias futuras se calcula utilizando un tipo de descuento. "Los tipos de interés más bajos reducen el tipo de descuento, lo que, a su vez, aumenta el valor actual de los flujos de efectivo proyectados y, por lo tanto, el valor teórico de las acciones", explican desde la firma.
Esto es más beneficioso para las empresas "orientadas al crecimiento", en particular, las del sector tecnológico. "Aunque si bien los tipos de interés más bajos son generalmente beneficiosos para muchos sectores, existen factores compensatorios para los bancos y las compañías de seguros. Un mejor crecimiento económico debería impulsar un mayor volumen de préstamos y una mayor actividad en el mercado de capitales, pero esto puede verse compensado por menores márgenes de beneficio que tienden a contraerse en un ciclo de flexibilización", matizan.
RENTA FIJA
Del mismo modo, el cambio de rumbo en las políticas monetarias de los bancos centrales favorece a los segmentos de renta fija de mayor riesgo, como la deuda de alto rendimiento (High Yield) y de mercados emergentes, que suelen beneficiarse de diferenciales crediticios más ajustados, debido a que los inversores buscan mayores rendimientos en un contexto de tipos bajos.
Por lo general, "un recorte de tasas de la Fed reduce los rendimientos y aumenta los precios de los bonos debido a su relación inversa, en particular en el caso de las letras del Tesoro con vencimientos inferiores a un año", indican en UBP.
Sin embargo, en la gestora suiza señalan que el panorama actual es más complejo. "A pesar del recorte de tasas del 0,5%, los rendimientos de los bonos del Tesoro a más largo plazo, como los bonos a 5 y 10 años, han aumentado, lo que refleja las expectativas del mercado sobre la resiliencia económica y las presiones inflacionarias futuras".
Así, la previsión de estos estrategas es que las tasas a corto plazo, como la de los bonos del Tesoro a 2 años, se mantengan estables, mientras que los rendimientos de los bonos a largo plazo deberían subir hacia el 4%. "Si esto sucediera, crearía un punto de entrada para los inversores que se centran en activos de mayor duración".
PRODUCTOS ESTRUCTURADOS
Para los inversores que tienen productos estructurados en sus carteras, el descenso de los tipos de interés generalmente mejora la valoración de estas soluciones de inversión en el mercado secundario.
No obstante, el alcance de este impacto depende del vencimiento. De este modo, los instrumentos con vencimiento más largo registran mayores aumentos de valoración en comparación con aquellos que vencen antes.
"Es probable que los productos vinculados a la renta variable, como los instrumentos de mejora de rendimientos o los convertibles inversos, experimenten un resurgimiento de la demanda. Por lo general, se vuelven más atractivos a medida que bajan los tipos, beneficiándose de una ampliación de la prima de riesgo de la renta variable en relación con el tipo libre de riesgo, como en un entorno de tipos bajos o negativos", comentan en UBP.
Los productos relacionados con la renta fija, como las notas vinculadas al crédito (CLN) o las soluciones que aprovechan una curva de rendimiento cada vez más pronunciada, igualmente deberían volverse más atractivos, puesto que es probable que ofrezcan rendimientos más altos que los bonos tradicionales en un entorno de tipos bajos.
Sin embargo, para la gestora, los nuevos productos protegidos por capital pueden perder algo de atractivo si las tasas a largo plazo disminuyen. "Esto se debe a que el costo de proporcionar garantías de capital aumenta cuando las tasas caen. Aun así, las tasas a largo plazo siguen elevadas, lo que ofrece una oportunidad de asegurar mayores retornos", subrayan.
ORO
En septiembre, el recorte jumbo de la Fed y sus comentarios sobre una mayor flexibilización llevaban al oro a marcar máximos históricos.
"Este cambio en la política monetaria proporciona un viento de cola para activos que no generan rendimientos, como el oro. Mientras tanto, los recortes de tasas de otros bancos centrales podrían amplificar este efecto impulso", dicen los expertos de la gestora.
Desde una perspectiva de cartera, la asignación de activos está fuertemente influenciada por los niveles de tipos de interés.
"Las tasas bajas generalmente reducen el atractivo de la renta fija y del ahorro en efectivo, ya que ofrecen rendimientos más bajos, lo que hace que las preferencias se desplacen hacia las acciones y los bonos de alto rendimiento, que pueden ofrecer rendimientos superiores siempre que los inversores estén dispuestos a aceptar perfiles de riesgo más altos. Sin embargo, independientemente de las condiciones del mercado, la diversificación de la cartera sigue siendo esencial", concluyen en UBP.