¿Hay luz al final del túnel para las bolsas mundiales, después de la gran corrección que han registrado en lo que va de año? Pueden producirse fuertes rebote de corto plazo en cualquier momento, pero Morgan Stanley mantiene su visión bajista con las bolsas.
Entre las principales razones para seguir siendo negativos con la renta variable, Mike Wilson, el estratega jefe del banco americano que ha sido uno de los expertos que mejor ha anticipado los movimientos del mercado, señala varios factores.
En primer lugar, comenta que la intervención de emergencia del Banco de Inglaterra para proteger a la libra y al mercado de bonos es un indicador de problemas para otros bancos centrales, incluida la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Noticia relacionada
"El crash del mercado de bonos anticipa más dolor para las bolsas""Los inversores no pueden estar tan convencidos de que la Fed elegirá o podrá cumplir con su orientación. Nos guste o no, el mundo aún depende de los dólares estadounidenses, que proporcionan el oxígeno para las economías y los mercados globales", explica Wilson.
Y recuerda que la famosa cita del exsecretario del Tesoro de EEUU, John Connally, 'El dólar es nuestra moneda, pero es su problema', "sigue siendo cierta, y esta es una de las razones por las que algunos países han estado trabajando tan duro para desdolarizar sus economías durante la última década".
Y es que el dólar estadounidense es muy importante para la dirección de los mercados de riesgo. Por ello, este experto vigila con atención la evolución de la masa monetaria M2 en dólares a nivel global. Su visión bajista del mercado en marzo de 2021 estuvo respaldada al observar que "el crecimiento de la M2 había alcanzado su punto máximo", algo que coincidió con los máximos de los "activos más especulativos", como las criptomonedas, las SPAC, las acciones 'growth' con valoraciones excesivas o las salidas a bolsa.
Noticia relacionada
Recesión, recesión, recesión... las bolsas descuentan el peor escenarioAhora, Wilson señala que el crecimiento de la M2 se encuentra en "zona de peligro, donde tienden a ocurrir accidentes financieros/económicos", como el registrado la semana pasada con los bonos británicos, que forzaron la mano del BoE.
"Algunos pueden argumentar que el anuncio de política fiscal del nuevo Gobierno fue el verdadero culpable. Sin embargo, la reacción en los mercados financieros fue tan extrema debido a la restricción de la liquidez en el sistema global", sentencia.
En este sentido, menciona varios factores para explicar la escasa liquidez del dólar, como la reducción de balances de los bancos centrales, los altos precios del petróleo y de otros bienes operados en dólares o la menor actividad en áreas como el sector inmobiliario.
"En resumen, la oferta de dólares estadounidenses es escasa por muchas razones más allá de la política de la Fed, pero solo la Fed puede imprimir los dólares necesarios para solucionar el problema", argumenta.
Noticia relacionada
Roubini vuelve a la carga: prevé una "fea recesión" y un desplome de las bolsas del 40%Según sus cálculos, la masa monetaria M2 en dólares se ha reducido en 4 billones desde marzo de 2021, algo que sucedió por última vez en 2015, un período que precedió inmediatamente a una recesión manufacturera mundial. "Tal rigidez es insostenible porque conducirá a un estrés económico y financiero intolerable, y la Reserva Federal puede solucionar el problema, si así lo decide", apunta este experto.
Y aunque reconoce que nadie puede saber cuándo puede convertirse el dólar en un problema para EEUU, añade que "una mayor acción del precio como la que hemos estado experimentando eventualmente hará que la Fed retroceda".
En su opinión, el banco central presidido por Jerome Powell tendrá que volver a iniciar las compras de bonos en el mercado para que las bolsas se recuperen, algo que sucederá en algún momento. "Sin embargo, el momento es incierto y no cambiará la trayectoria de los beneficios empresariales, nuestra principal preocupación para las acciones en este momento", asegura Wilson.
"En pocas palabras", concluye, "en ausencia de un cambio de sesgo de la Fed, es probable que las acciones bajen. Por el contrario, un cambio de la Fed, o la anticipación de uno, aún puede conducir a fuertes repuntes".
No obstante, Wilson aconseja "tener en cuenta que la luz al final del túnel que podría verse si eso sucede es en realidad el tren de carga de la próxima recesión de beneficios que la Reserva Federal no puede detener", lo que justifica su visión negativa sobre las bolsas mundiales.