Soplan vientos de cambio para las infraestructuras de transporte. Tras unos años complicados por la pandemia de Covid-19, el sector comienza a levantar cabeza y la transición energética será su principal aliado. Pero más allá de los vehículos eléctricos, los aeropuertos iniciarán un viaje de transformación que los inversores no pueden dejar escapar.
"Con la recuperación de la demanda ya en marcha en muchos sectores, esperamos que los activos de transporte puedan volver al mercado con valoraciones atractivas, dado que la demanda a largo plazo en todo el sector sigue siendo sólida; también hay una oportunidad para reposicionar muchos de los activos de infraestructuras más grandes y tradicionales -como los aeropuertos- y alinear sus planes de negocio con los objetivos de emisiones netas".
Esta es la opinión de los estrategas de DWS, para quienes los aeropuertos ejemplifican tanto el retorno de los activos de transporte al mercado, como una oportunidad de inversión en infraestructuras, apoyando el proceso de descarbonización y creando valor adicional.
Y es que, en los últimos años, gran parte del interés de los inversores en el sector del transporte se ha centrado en el mercado de los vehículos eléctricos (VE). El suministro de infraestructuras de recarga a las flotas de VE comerciales y de pasajeros, cada vez más numerosas, ha sido un segmento muy popular en el que invertir capital.
No obstante, las soluciones para descarbonizar otras áreas del sector transporte están mucho menos desarrolladas. Por ello, es necesario trabajar para permitir que las aerolíneas reduzcan sus propias emisiones de carbono.
"Esto será una vía clave para que los propietarios de infraestructuras reduzcan el perfil de emisiones de la industria de la aviación, creen demanda por parte de las aerolíneas que buscan cumplir con sus propias obligaciones de reducción de carbono y, por lo tanto, aumenten el valor de los negocios aeroportuarios", explican desde la gestora.
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"Durante el primer semestre de 2024, hemos observado indicios de que los inversores están empezando a reconocer el valor de estos activos recuperados. Sin embargo, hay indicios que sugieren que sigue existiendo cautela hacia el sector; la encuesta Pulse Survey de la Global Infrastructure Investor Association (GIIA) del cuarto trimestre de 2023 muestra que la percepción hacia los activos aeroportuarios sigue siendo marginalmente negativa", advierten los expertos alemanes.
Aunque gracias a la recuperación del número de pasajeros y la generación de ingresos en los aeropuertos a los niveles anteriores a la pandemia, desde DWS confían en que esto cambie.
"Esta situación de mejora del rendimiento está empezando a repercutir en la percepción de los inversores y subrayará la importancia del momento oportuno a la hora de volver a entrar en el sector aeroportuario, equilibrando la recuperación del rendimiento con la seguridad de los activos que aún están rezagados en cuanto a percepción", remarcan.
AEROPUERTOS Y NEUTRALIDAD DE CARBONO
Los aeropuertos también tienen un importante papel que desempeñar en el desarrollo de nuevos sectores económicos, lo que refuerza aún más su atractivo a largo plazo dentro de las carteras de infraestructuras.
Pero, a pesar de que la demanda de aeropuertos por parte de los pasajeros presenta perspectivas positivas, la comunidad inversora sigue preocupada por el perfil de carbono de los activos aeroportuarios.
"Los aeropuertos no son grandes emisores, pero las emisiones de Alcance 3 son cada vez más importantes para un grupo cada vez mayor de inversores", subrayan estos analistas.
En este sentido, indican que "los aeropuertos no podrán reducir inmediatamente sus emisiones de Alcance 3 del mismo modo que pueden reducir las emisiones de Alcance 1 y 2, pero los aeropuertos que trabajen activamente con las aerolíneas a las que prestan servicio para garantizar que éstas puedan alcanzar sus propios objetivos de descarbonización serán activos significativamente más atractivos".
Dada la necesidad de abordar más rápidamente el problema de las emisiones de carbono, tanto el sector aéreo como los gobiernos han respaldado de forma significativa el aumento del uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF) dada la escasez de materias primas sostenibles o de electricidad renovable.
"Consideramos que las inversiones aeroportuarias en almacenamiento y producción de SAF son una oportunidad para crear nuevas fuentes de ingresos y consolidar las barreras de entrada, al tiempo que se abordan las preocupaciones de sostenibilidad a largo plazo", señalan desde la firma germana.
Los inversores en infraestructuras tienen un papel que desempeñar en la producción de combustibles alternativos, tanto biocombustibles como carburantes electrónicos y dado que los aeropuertos ya tienen visibilidad en su mercado, "invertir en infraestructuras para facilitar su uso tiene un riesgo significativamente menor que invertir en el espacio de los combustibles alternativos en general", comentan.
Otras estrategias más ligeras de inversión en infraestructuras y operaciones con las que los aeropuertos pueden ayudar a las aerolíneas a reducir sus emisiones de carbono son "la posibilidad de conexiones eléctricas en tierra (también en el marco del Green Deal de la UE), una gestión del tráfico aéreo y un handling más eficientes en cuanto a emisiones de carbono, incluidos incentivos tarifarios para trayectorias de aterrizaje y despegue con menos emisiones", concluyen en DWS.