Las elecciones presidenciales de México no han deparado sorpresas. La candidata oficialista de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), Claudia Sheinbaum, partía como clara favorita y las urnas la han convertido en la primera mujer presidenta del país azteca. Su contundente triunfo allana el camino para que pueda poner en marcha sus promesas electorales, algunas de las cuales preocupan al mercado.
"El dominio de Morena y la coalición dentro del congreso sorprendió al mercado. Los inversores reaccionaron negativamente ante las perspectivas de un debilitamiento de los contrapesos y controles sobre la nueva administración, ya que es probable que el congreso y el senado estén más alineados con la nueva administración y faciliten formalmente el camino para reformas controvertidas", afirma Eduardo Figueiredo, analista de renta variable mundial de mercados emergentes en abrdn.
Y es que Morena ha demostrado que, a pesar de su corta trayectoria (fue registrado en México en 2014), ha llegado para quedarse, después de ganar la presidencia del país dos veces, primero con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y ahora con Sheinbaum, consolidándose como la principal fuerza política mexicana.
Nada más hacerse oficial su victoria, la presidenta electa lanzó un discurso conciliador e hizo hincapié en la apertura para trabajar junto al sector privado en áreas clave como el sector energético.
Asimismo, sus comentarios sobre la prudencia macroeconómica y la necesidad de atraer inversión extranjera directa a la economía mexicana intentaron trasladar tranquilidad.
Sin embargo, "los inversores continúan analizando qué implica este resultado en términos de formulación de políticas y si con Claudia llegará un enfoque más pragmático como se esperaba o si se inclinará hacia el lado ideológico del partido y seguirá adelante con la agenda heredada de su predecesor - ambos resultados siguen siendo posibles y el seguimiento de las medidas reales será clave, pero el mayor control del Congreso planteó preocupaciones en torno a la posibilidad de un deterioro en el contexto político", explica Figueiredo.
Desde el punto de vista económico, Sheinbaum recibe un país con importantes desafíos y con una previsión de crecimiento del 2,4% para este año y del 1,5% para 2025, según datos del Banco de México, ante la expectativa de un menor gasto público y en medio de la incertidumbre de que "la consolidación fiscal no se logre en la magnitud que se requiere".
"Mantenemos la opinión de que las preocupaciones en torno a la formulación de políticas bajo AMLO no bastaron para descarrilar la economía mexicana, que disfrutó de factores positivos derivados de una demografía favorable, una sólida base de consumidores nacionales y los estrechos lazos con Estados Unidos, que se reforzaron aún más con el acuerdo comercial del Acuerdo de Asociación Comercial entre Estados Unidos y México (USMCA, por sus siglas en inglés)", indican desde la gestora.
Las tensiones geopolíticas a nivel mundial y la reorganización de la cadena de suministro tras la pandemia han jugado a favor de México gracias a su ventajosa posición geográfica y en términos de costes de los insumos, lo que ha llevado al país a ser una alternativa a la base manufacturera con sede en Asia.
Por ello, el país azteca sigue ofreciendo muchas oportunidades a los inversores en sectores poco desarrollados, como las infraestructuras y los servicios financieros.
"De cara al futuro, consideramos que estos siguen siendo los principales rasgos que pueden permitir que la economía mexicana funcione y que las empresas mexicanas continúen obteniendo buenos resultados. Sin embargo, es probable que los inversores exijan una prima de riesgo adicional y permanezcan atentos a las medidas procedentes de la nueva administración", subraya Figueiredo.
En cuanto a las principales áreas de atención, las miradas estarán puestas en la gestión fiscal, dadas sus posibles repercusiones en las cuentas públicas y las medidas tributarias, la formulación de políticas hacia el sector energético y en las relaciones con EEUU, que también afronta un proceso electoral.
"La postura de Sheinbaum con respecto a los elementos controvertidos de la reforma constitucional también son prioritarios para los inversores (revisión de los organismos reguladores, reforma judicial y administrativa, etc.), ya que la importancia de estas medidas es más difícil de evaluar, pero aún así pueden tener repercusiones a largo plazo en el entorno empresarial si socavan la eficacia de las instituciones mexicanas", dice el estratega.
RENTA VARIABLE MEXICANA
El Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores tampoco recibió con optimismo el triunfo de Sheinbaum y el día posterior a las elecciones caía un 6%, mientras que el peso mexicano descendía a su nivel más bajo desde noviembre de 2023.
En este sentido, y desde un punto de vista fundamental, en abrdn apuestan por adoptar una postura constructiva respecto a la renta variable mexicana, "manteniendo nuestra posición de sobreponderación en nuestros mandatos GEM y Latam".
"Dicha posición se basa en una convicción bottom-up sobre nuestras participaciones, ya que seguimos considerando que están bien situadas para sortear la coyuntura actual y beneficiarse de algunos de los vientos de cola estructurales que ofrece el país, al tiempo que cotizan a valoraciones atractivas", remarcan en la firma.
Ante este escenario, evitan reacciones precipitadas al resultado de las elecciones, pero "revisaremos continuamente nuestras convicciones y evaluaremos el impacto en nuestras participaciones a medida que se aclaren las señales procedentes de la administración mexicana", concluye Figueiredo.