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THE LOBSTARCEDIDA

MADRID, 30 (CHANCE)

Llega a la capital madrileña el bocadillo de bogavante del que todos hablan, el 'lobster roll', típico de las ciudades costeras de la región de Nueva Inglaterra en EEUU. Este 'hot dog marino', elaborado con pan brioche, relleno de marisco cocido y salsa mayonesa, sigue el camino de otros platos que marcaron tendencia como el poke o el bocadillo de pastrami.

Si bien es cierto que en el último año este plato ya estaba presente en cartas y locales típicos de comida americana, Madrid aún no contaba con un restaurante especializado en la elaboración de 'lobster roll original' como ya sucedía en otras ciudades europeas e incluso españolas.

'The Lobstar' por fin viene a cubrir este hueco con un nuevo restaurante especializado en 'casual seafood' americana, con una carta de mariscos y pescados que se puede disfrutar con las manos. Hasta su interiorismo portuario se inspira también en aquellos locales de los muelles que comenzaron a servir el 'lobster roll' a principios del siglo XX.

Ubicado en la calle Carranza, entre los barrios de Malasaña y Chamberí, se va a convertir en destino obligado para el público 'foodie' de la capital.

SABOR A MAR

El bogavante que se emplea para el relleno llega vivo de Canadá y podrás ver con tus propios ojos como se prepara en la cocina, ya que está a la vista de todo aquel que se encuentre en la sala. Con un toque de mayonesa y dentro un pan brioche, el sándwich marino no va a dejar indiferente a nadie. Además siguiendo con la tradición yanqui, viene acompañado de patatas fritas, pepinillos dulces y salsa de tomate.

Con el marisco como ingrediente estrella, 'The Lobstar' también ofrece otras opciones como el 'shrimp roll', un bocadillo relleno de langostinos y como todo americano, no podía faltar en su carta una hamburguesa, en este caso, elaborada con carne de pez espada.

Sin olvidarnos de los postres, la propuesta más dulce es el donut de sidra, un donut estadounidense frito con el toque de la sidra y la canela como broche final a esta experiencia yanqui.

Para hacernos sentir cerca de la costa, el local sigue la estética de los puertos de la zona de Maine, con un suelo de madera que emula al de los propios muelles que se completa con elementos decorativos alusivos al mar como faros, cestas para guardar los productos de la lonja y mobiliario típico de los barcos pesqueros.

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