Dos acontecimientos han ocurrido casi simultáneamente en Turquía este miércoles, durante una jornada en que la lira turca ha vivido una nueva oleada de ventas hasta tocar un nuevo mínimo histórico en 13,85 por dólar. La divisa otomana mantiene una elevada dosis de volatilidad, pese a la intervención del Banco Central de Turquía y tras la dimisión del ministro de Finanzas del país, Lutfi Elvan, considerado un opositor a las políticas de Erdogan.
La divisa puso fin a un noviembre negro, cuando se depreció un 28,3% frente al dólar, y en los primeros compases de diciembre parecía decidida a prolongar la agonía. No obstante, en un par de comunicados de prensa emitidos el miércoles, el banco anunció que intervendría directamente mediante la venta de reservas de divisas y la realización de operaciones en el mercado de derivados de Borsa Estambul "debido a las formaciones de precios poco saludables en los tipos de cambio”.
“La intervención solo dio a la moneda un impulso temporal”, comenta Craig Erlam, analista de Oanda. Desde niveles casi en 14 por dólar, la lira logró subir a unos 12,50 tras las declaraciones del banco central. Pero desde entonces, ha recortado sus ganancias y se cambia de manos alrededor de 13,50 liras contra el dólar. La moneda ha perdido un 45% frente al dólar en lo que va de año.
Las recientes caídas de la lira han seguido de cerca una serie de discursos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en los que se ha reafirmado en su repetida afirmación de que los altos tipos de interés provocan una elevada inflación, contradiciendo la teoría económica dominante.
El enfoque del líder turco en mantener los tipos bajos y el crédito barato hizo que la nación registrara un crecimiento anual del 7,4% en su producto interior bruto para el tercer trimestre, el más alto entre los países del G20, según los datos publicados el martes.
“El Banco Central de Turquía no podrá luchar eternamente contra el mercado en su búsqueda de recortes de tipos sin consecuencias”, señala Erlam. “Lo único que están aportando al mercado es más volatilidad y una acción de precios de doble sentido, pero si siguen por el camino que llevan, la estabilidad se les escapará y todo el experimento tendrá un gran coste”, augura.
DIMISIÓN DEL MINISTRO DE FINANZAS
Los mercados no esperan una mejora el panorama financiero y monetario del país tras la dimisión del ministro de finanzas del país otomano Lutfi Elvan, que era considerado la última voz de la ortodoxia económica en el gabinete del líder turco.
Tras semanas de rumores sobre su intención de dimitir, el ex tecnócrata fue sustituido por Nureddin Nebati, que la semana pasada hizo una defensa pública de la política de Erdogan de reducir los tipos de interés a pesar de la creciente inflación.