Lola Solana (Santander): los fondos que no sean temáticos o verdes saldrán tocados de la crisis

La gestora de Santander AM ha participado en la edición virtual del Foro Medcap

  • Defiende el potencial de las 'small caps': "Sin ellas, no hay salida de la crisis"
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Lola Solana, gestora de Santander AM

En la nueva normalidad post-Covid, los fondos de bolsa a la vieja usanza lo van a tener difícil para sobrevivir. Así lo cree una de las gestoras más importantes de España, Lola Solana, de Santander Asset Management. En su opinión, los fondos de renta variable que saldrán ganadores de la crisis son los temáticos, los sostenibles y todos aquellos que aporten algún tipo de valor añadido específico o de nicho, como las ‘small caps’.

Solana, que ha participado en la edición virtual del Foro Medcap 2020, prevé que la demanda de los inversores va a estar liderada por “especialización e internacionalización”, y se muestra muy positiva con el devenir de la gestión activa. En la reconstrucción económica que siga a la pandemia, “el inversor tiene que sentir que es parte de la solución”, de ahí que estime importantes crecimientos para los fondos temáticos de salud y tecnología, para los fondos con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) y para los fondos de pequeñas y medianas compañías.

“La tecnología es lo que va a liderar el crecimiento del país, especialmente en campos como la ciberseguridad, las telecomunicaciones o la biotecnología, y el sector farmacéutico, si bien no va a liderar el crecimiento, es un sector necesario”, opina la gestora de SAM. En cuanto a las ‘small caps’, un nicho de mercado donde destaca con el fondo más grande de España, defiende que, “sin ellas, no hay salida de la crisis”. Como ha recordado en el Foro Medcap, en la gran crisis financiera de 2008, los pequeños y medianos empresarios se reinventaron, cogieron las maletas y salieron al exterior. “Y ahora van a tener que reinventarse otra vez”, avanza.

Los fondos sostenibles también están dando un paso al frente durante el estado de alarma por la pandemia. Antes de la crisis, su foco estaba puesto, sobre todo, en la parte medioambiental, pero “después de esta crisis, la S y la G van a tomar más relevancia”. Bajo el criterio de Solana, las empresas que no han hecho ERTE en estos dos meses y medio de confinamiento o bien han apoyado socialmente al país son las que más fuertes han salido. “Queremos líderes empresariales que no edulcoren las cifras y que sean transparentes”, esgrime.

Así, el nuevo tablero sobre el que tienen que poner sus fichas los fondos de renta variable parece no ser terreno abonado para los fondos clásicos de bolsa, los que continúan invirtiendo por geografías en el Ibex, en Europa o bien en Wall Street, entre otras regiones. “Todos los fondos de renta variable sin más ya no van a añadir ningún valor, porque todo lo que pueda ser replicado por un índice se va a ir a la gestión pasiva”, advierte Solana.

LAS ‘SMALL CAPS’, UNA BUENA OPORTUNIDAD

Solana no duda en contrariar a los defensores de los ETF y los fondos indexados. “El mercado está tomando decisiones sin mirar los fundamentales”, en referencia a los productos anteriores, que replican índices bursátiles o de bonos, “pero tras una crisis de esta índole, es importante tener un gestor que discrimine los sectores coyunturalmente dañados de los sectores estructuralmente dañados”.

Pone el ejemplo del sector ferroviario frente a las aerolíneas. El primero puede haber caído un 40%, pero “solo se verá dañado tres o cuatro meses y es muy probable que el año que viene tenga más crecimiento”. Sin embargo, el segundo está afectado a medio y largo plazo, con unas aerolíneas cuya previsión es que “van a tardar cuatro años, aproximadamente, en recuperar niveles previos de ebitda y beneficio”.

La gestora de SAM ha capeado la crisis rotando sus fondos hacia posiciones más defensivas. “Seguimos cautos en todo lo que conlleve libre circulación y movimiento de personas”, reconoce. Cuando la epidemia empezó a dispararse en número de casos en China, lo primero de lo que se deshizo fue de consumo social, como aerolíneas, hoteles o centros comerciales. También rebajó su exposición a petróleo porque no sabían cómo iba a evolucionar su precio. Otro movimiento de repliegue fue en el inmobiliario, con proyecciones a la baja en el precio de las casas y menor ocupación de oficinas en zonas ‘prime’ por la generalización del teletrabajo.

Igualmente, se ha desprendido de empresas con deuda, porque “si algo tengo claro desde 2008 es que una empresa con deuda quiebra, sin deuda no quiebra”. Y, “aunque sea contraintuitivo, las ‘small caps’ están menos endeudadas que las grandes cotizadas y son menos volátiles”. En estos momentos, Solana prioriza que sus pequeñas cotizadas tengan mejora operativa, perspectivas de crecimiento, una valoración atractiva, un balance saneado y credibilidad del equipo directivo.

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