Bolsa y bonos ligados a la inflación. Estos son los dos pilares sobre los que pivotan las recomendaciones de inversión de los gestores para el año 2020. Se ha puesto de manifiesto en la cuarta edición de MarketWatch, una mesa redonda organizada por Bolsamanía y Banca March con expertos de distintas firmas de inversión de primera fila. En cuanto a Wall Street, le auguran menos potencial que en la última década, aunque seguirá presente en las carteras.
Como en años anteriores, la premisa seguirá siendo “conoce tu perfil de riesgo e invierte a largo plazo”, apunta Íñigo Colomo, director de Inversiones de March Asset Management. Más concretamente, recomienda mirar a los mercados desde la perspectiva de la renta variable global: “Es la mejor manera tanto de diversificar el riesgo como de tener acceso a diversos focos de crecimiento”.
En renta variable, los parqués norteamericanos seguirán teniendo protagonismo en las carteras, aunque Europa, por primera vez en muchos años, le come terreno en las previsiones. “Seguimos positivos con Wall Street. Es cierto que le vemos menos potencial, pero no nos salimos”, reconoce Iciar Puell, gestora de renta variable en Bankia Asset Management. A esta experta le preocupa que la bolsa estadounidense ha subido mucho, pero la contraparte es que las empresas tecnológicas, que aglutinan gran parte de la capitalización de Wall Street, sirven de soporte y sus beneficios continuarán creciendo.
En cuanto a los parqués europeos, “se han quedado mucho más rezagados este año, salvo valores como Iberdrola o Cellnex en España, que han corrido mucho por el énfasis de los inversores en buscar la calidad, y por eso pueden ser una mayor oportunidad”. “Es un mercado con valor”, defiende la experta de Bankia AM, y deja la puerta abierta a que el Ibex dé “sorpresas positivas” porque, en conjunto, está “muy barato”. En esta línea se mueve Fidelity. Su director general para España y Portugal, Sebastián Velasco, confirma que, en renta variable, la firma ha pasado “de neutral a neutral-plus” y que prefieren las acciones europeas a las americanas.
Julius Baer prevé que, en la renta variable, los sectores cíclicos seguirán comportándose bien, “destacando también el sector tecnológico”, y su directora de Gestión de Carteras, Almudena Benedit, asegura que, en el último mes, han sobreponderado ligeramente el sector ‘value’ porque, “probablemente, en los próximos meses tendrá un comportamiento mejor que el que hemos visto en los últimos años” y puede haber una oportunidad de inversión. En todo caso, puntualiza, “habrá que hacer más gestión activa que en 2019”.
¿POR FIN HABRÁ INFLACIÓN?
Durante la última década, los bancos centrales han puesto con sus políticas ultraexpansivas las semillas necesarias para que germine la inflación, pero ésta no ha llegado aún a los niveles requeridos por los expertos, especialmente en Europa. No obstante, Fidelity es optimista a este respecto y aventura que, en 2020, “habrá que volver a hablar de inflación” y, en consecuencia, recomiendan comprar bonos ligados a la inflación, porque “el ‘break even’ con el cual se están valorando es relativamente bajo”.
Un nicho de la deuda para el próximo año donde coinciden Fidelity y Julius Baer son los bonos emergentes. Más controversia, sin embargo, genera el crédito global. “El valor del crédito a nivel agregado es muy reducido, solo hay oportunidades puntuales”, según Fernando Aguado, director de Inversiones de Fonditel, que ve con buenos ojos las carteras estructuradas con renta fija a vencimiento y con crédito con una duración muy limitada.
Dentro de la renta fija privada, Bankia AM se decanta por los bonos con grado de inversión, mientras que Julius Baer ve adecuado hacer inversiones en el ‘high yield’, en el rango del BB.
REBAJAR LAS EXPECTATIVAS
Tras un excepcional 2019 para los mercados, donde todos los activos han cerrado en verde, los inversores deberán cambiar su mentalidad para 2020. “Los clientes tienen que rebajar su nivel de expectativas, este año han tomado por adelantado rentabilidades futuras”, asegura Aguado, de Fonditel, más proclive a no añadir riesgo extra en las carteras, sino a “gestionar diferente el riesgo”, con temáticas y megatendencias como la demografía o la revolución verde.
Para los inversores que, en un año previsiblemente más volátil que el que acaba de cerrar, busquen sencillez, un precio bajo y delegar la gestión en un solo producto a los profesionales, Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, tiene una fórmula de éxito: la gestión pasiva. “Nuestra apuesta pasa por la diversificación sin ajustes tácticos, con el piloto automático puesto y al menor coste posible”, asevera.