Las ventas de fondos de inversión en el mundo se desaceleran. En el tercer trimestre del año, registraron un nivel de 169.000 millones de euros en fondos convencionales, un 75% menos que hace un año, cuando suponían 694.000 millones, según Efama, la asociación europea de los fondos y las gestoras.
Los inversores internacionales no han dado la espalda a la bolsa y han seguido comprando fondos de acciones a pesar de las grandes caídas del verano en los parqués, arrastrados por mercados emergentes como Turquía o la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Los fondos de bolsa, entre julio y septiembre, tuvieron suscripciones netas por valor de 83.000 millones.
Por el contrario, los fondos monetarios son quienes más reembolsos netos registraron. Las salidas en estos productos ultraconservadores ascendieron en el trimestre a 46.000 millones, según Efama. Estos fondos están siendo castigados desde dos vertientes: los tipos de interés al 0% del BCE, que no dan margen para ofrecer rentabilidad, y la subida de tipos que ya está llevando a cabo la Fed, que minusvalora todos los bonos o letras que se tienen en cartera.
Aunque España sea un país conservador con una gran tradición de inversores concentrados en deuda pública del Estado, lo cierto es que la dinámica de los inversores internacionales sigue apuntando hacia las bolsas. Los fondos de renta variable equivalen -por activos gestionados- a un 42,7% del total. De lejos les siguen en segunda y tercera posición los fondos de renta fija (19,9%) y los fondos mixtos (17,2%).
En la actualidad, los fondos convencionales gestionan a lo largo y ancho del mundo 46,6 billones de euros, un 7,9% más que en el mismo periodo de 2017 y un 5,2% más que a principio de año. Aunque en 2018 la práctica totalidad de los activos han terminado en negativo, de forma similar a lo ocurrido en 2008, el año de inicio de la crisis, las captaciones por parte de los fondos, aunque más flojas, han contrarrestado el efecto mercado y sus pérdidas por la valoración de los activos a la baja.