Lazard Asset Management (LAM) ha lanzado en España y Portugal su fondo de renta variable japonesa Lazard Japanese Strategic Equity Fund.
El fondo, que está registrado en los organismos reguladores de la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) y de la Comissão do Mercado de Valores Mobiliários (CMVM), pretende beneficiarse de las rentabilidades potenciales que ofrecen empresas japonesas con capitalizaciones de todo tipo y que desarrollen su actividad en sectores que, a juicio del equipo gestor, tengan el mayor potencial de crecimiento en cualquier punto del ciclo económico.
Japanese Strategic Equity, estrategia lanzada en 2006, tiene un horizonte temporal de largo plazo con un proceso de inversión bottom-up, orientado al valor fundamental y un enfoque contrario que busca identificar empresas infravaloradas para batir la rentabilidad de su valor de referencia, el índice Tokyo Stock Price Index (conocido por sus siglas TOPIX).
Esta cartera diversificada y gestionada activamente perseguirá su objetivo invirtiendo principalmente en una cartera de valores de renta variable japoneses de un universo de aproximadamente 3.000 valores cotizados.
La cartera suele mantener entre 20 y 30 valores de todo el espectro de capitalización bursátil en los que el mercado ofrece una opción de compra con una retribución asimétrica, con un riesgo a la baja limitado y un gran potencial alcista. La estrategia de inversión no se centrará en ningún sector en particular.
El Fondo estará gestionado por June-Yon Kim (director), Matthew Bills y Scott Anderson, miembros del equipo de la plataforma de renta variable japonesa de Lazard, que cuenta con una sólida y dilatada trayectoria en la gestión activa del mercado de renta variable japonés. La presencia local del equipo en Japón ayuda a comprender el mercado japonés con todas sus especificidades. Es uno de los puntos fuertes de la estrategia.
En palabras de Domingo Torres, director en España y Portugal de Lazard Fund Managers, "las altas rentabilidades de la renta variable japonesa han atraído la atención de los inversores recientemente, y creemos que esta atención es bien merecida. Japón se encuentra en medio de un cambio estructural positivo a largo plazo, derivado de las reformas corporativas que comenzaron hace más de una década.
Al mismo tiempo, las tendencias macroeconómicas, incluido el cambio a una inflación moderada tras años de deflación, también son un buen augurio para las empresas japonesas. En nuestra opinión, las valoraciones a largo plazo aún no reflejan el potencial de la renta variable japonesa, lo que convierte a Japón en uno de los mercados más atractivos para los inversores".