El Viejo Continente anda alterado por el resultado de las elecciones europeas, que han traído un auge de la extrema derecha que tiene a algunos preocupados por lo que esto pueda suponer. De momento, implica que Francia ha convocado elecciones 'para ya' (30 de junio, primera vuelta, y 7 de julio, segunda vuelta) después de la debacle del partido del presidente francés, Emmanuel Macron, que obtuvo la mitad de los apoyos que el partido Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Macron busca que la inmediatez de las elecciones le favorezca, y que su partido, Renacimiento, efectivamente renazca en los comicios y pueda alcanzar alianzas que le permitan gobernar con comodidad. Sin embargo, los estrategas políticos coinciden en que ha asumido un gran riesgo que le podría llevar a tener que abandonar la presidencia por mucho que él diga que va a seguir en el cargo pase lo que pase (son elecciones parlamentarias, no presidenciales).
"Parece improbable una mayoría total de extrema derecha (en las elecciones), pero el presidente Macron puede tener dificultades para reunir la gran coalición con la que sueña. El riesgo de estancamiento es grande", afirman Martin Wolburg y Paolo Zanghieri, economistas senior de Generali AM, parte del ecosistema de Generali Investments.
El partido de Marine Le Pen ha suavizado su tono antieuropeo, pero no se ha probado en absoluto en el poder. "El presidente Macron espera poder formar una gran coalición nacional, llamando a la izquierda tradicional (socialistas) y a la derecha (Les Républicains) a actuar con responsabilidad. Sin embargo, se trata de una apuesta arriesgada que puede desembocar en un estancamiento o en una crisis política más profunda", insisten estos economistas.
Mientras tanto, en Alemania, la "pésima" situación del SPD del canciller Olaf Sholz (14% de los votos en las europeas) "socavará con toda probabilidad su liderazgo", sostienen Wolburg y Zanghieri. "La estabilidad del Gobierno, ya bajo presión por el escaso crecimiento y el deterioro de las métricas fiscales, puede resentirse".
Por el contrario, en Italia, los buenos resultados de los Hermanos de Italia consolidarán la posición de la presidenta Meloni.