El preso independentista y senador electo de ERC, Raul Romeva, ha finalizado en unos siete minutos el papeleo en el Senado para tramitar en su acta y ha abandonado la Cámara Alta. Ha entrado directamente al garaje en un vehículo. Los otros cuatros presos elegidos en los comicios del pasado 28 de abril, Oriol Junqueras, de ERC, y Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull, de Junts, también han realizado los trámites pertinentes para recoger sus respectivas actas de diputados.
Durante su recorrido por el Congreso, Junqueras ha estado acompañado por otros diputados independentistas como su 'número dos' en la Cámara, Gabriel Rufián, y los parlamentarios de Bildu Jon Iñarritu y Marian Beitialarrangoitia.
Estos electos, que están siendo juzgados por el proceso independentista catalán, podían haber delegado en un intermediario la entrega de sus credenciales, pero pidieron permiso a la Sala Segunda del Tribunal Supremo y ésta les autorizó a hacerlo personalmente.
La providencia dictada por el Supremo establecía que los cuatro diputados presos, que saldrían de la prisión de Soto del Real "a partir de las diez de la mañana", tendrían condiciones similares a las que ha fijado el tribunal para el día de la constitución de las Cortes Generales.
Todos ellos "deberán ser debidamente custodiados y adoptarse por la Presidencia de ambas cámaras las decisiones oportunas para que dichos trámites se practiquen sin dilación y para que sean reintegrados al centro penitenciario a la mayor brevedad posible".
Así las cosas, los presos del 'procés' han llegado en un furgón de la Guardia Civil al Palacio de la Carrera de San Jerónimo y, una vez en su interior del garaje, han quedado bajo custodia de la Policía de la Cámara Baja, que ha supervisado su estancia en la Cámara.
EL DISPOSITIVO
Un dispositivo similar se organizó el pasado 20 de febrero de 2018 durante la comparecencia en la comisión de investigación del Congreso sobre la supuesta financiación ilegal del PP con el responsable de Gürtel en la Comunidad Valenciana, Álvaro Pérez, conocido popularmente como 'El Bigotes', quien se encontraba en prisión preventiva en Soto del Real.
A su llegada al Congreso, efectivos policiales del Congreso le escoltaron hasta que entró en la sala donde se celebraba la comisión de investigación y, una vez en su interior, quedó en manos del presidente de este órgano parlamentario. Al término de la sesión, de nuevo entraron los policías a la sala y se lo llevaron para entregarlo a la Guardia Civil para su traslado de vuelta a prisión.
Dado que los trámites que deben hacer los diputados electos para recoger sus actas incluyen la entrega de distinta documentación, la cumplimentación de hasta tres declaraciones escritas (de bienes, de actividades y de intereses económicos), e incluso posar para la fotografía de la ficha oficial del Congreso, los policías de la Cámara deberán acompañarles por todo el recorrido a través de sucesivas dependencias.
Además, la providencia del Supremo deja claro que ninguno de ellos podrá ese día mantener reuniones o comparecer ante los medios de comunicación, y nada más terminar su trámites deberán ser devueltos a la prisión "sin dilación".
EL MARTES, SEGUNDA VISITA
Tampoco podrán contactar con la prensa al día siguiente, cuando acudirán al Congreso para asistir a la sesión constitutiva y, al igual que el resto de sus señorías, jurar o prometer la Constitución para adquirir la condición plena de diputado.
En esta segunda jornada, los cuatro presos serán llevados al hemiciclo y allí permanecerán mientras dure la sesión, sin salir a los pasillos. Tampoco hará falta porque el Salón de Plenos cuenta con servicios y hasta con una cafetería.
Estando dentro tendrán libertad de movimiento y subirán y bajarán al menos tres veces las escaleras del hemiciclo para participar en las sucesivas votaciones para la nueva Mesa del Congreso. Eso sí, nada más acabar la sesión deberán regresar a prisión.