BBVA AM mira al Ibex en 2025: "Valoración atractiva y crecimiento de beneficios"

El escenario para los mercados es positivo, pero no está exento de incertidumbre

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Paneles del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa de Madrid, en Madrid (España)Ricardo Rubio - Europa Press

"El escenario para los mercados en 2025 es positivo, pero no exento de incertidumbre". Es la visión de BBVA Asset Management & Global Wealth (BBVA AM&GW) para los próximos doces meses en los que, si bien, las principales economías arrojarán otro ejercicio de crecimiento, todo estará condicionado por las políticas que adopte la administración Trump. Con todo, en sus previsiones destaca su confianza en la bolsa española.

"Y otra vez destaca la bolsa española en nuestras previsiones, porque además de su valoración atractiva (PER 25 estimado de BBVA AM&GW de 10,5 veces), puede contar con un crecimiento de beneficios del 8%, superior al previsto por el mercado", señala Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global de BBVA AM & GW.

A nivel general, 2025 puede ser otro buen año para la renta variable, a poco que se cumplan las estimaciones de crecimiento de beneficios que maneja la gestora. Así, para la bolsa estadounidense espera un crecimiento de beneficios del 9%, siendo capaz de mantener la valoración actual, que es exigente pero sostenible en un entorno de crecimiento económico y menores tipos de interés.

Por su parte, la bolsa europea puede ver cómo sus beneficios suben un 5% en 2025, y podrá contar con el argumento de una valoración atractiva en la medida en que haya más visibilidad económica, geopolítica y arancelaria.

BUENAS PERSPECTIVAS PARA LA RENTA FIJA

Con la inflación controlada y la expectativa de nuevas bajadas de los tipos de interés oficiales, en BBVA AM & GW creen que el contexto es, a priori, idóneo para la renta fija. "Y pensamos que en 2025 los inversores se podrán beneficiar de nuevo de una rentabilidad positiva en forma de intereses y de su bajo riesgo o volatilidad, sobre todo comparada con otros activos", explica García Huerga.

No obstante, el riesgo para la renta fija, "y posiblemente para los activos de riesgo", radique en la deriva fiscal de algunos países desarrollados, entre ellos EEUU, que mantienen déficits fiscales elevados con volúmenes de deuda pública altos.

"A pesar de esta circunstancia, esperamos que continúe el atractivo de la renta fija de países desarrollados y también de emergentes", añade. Además, la renta fija de gobiernos, en los niveles actuales, tiene en principio la cualidad de actuar como cobertura de los activos de riesgo en caídas de los mercados, en mayor medida si el detonante fuera el crecimiento económico, y no así si el motivo fueran medidas fiscales que implicaran déficits fiscales todavía mayores.

"El crédito sigue siendo atractivo, y en términos de rentabilidad/riesgo nos sigue gustando más el de alta calidad o investment grade que el high yield", afirma Joaquín García Huerga. "Pero el atractivo del activo radica sobre todo en la rentabilidad absoluta que se puede capturar, porque por valoración (spread de crédito) está caro si lo comparamos con su historia".

INCERTIDUMBRE Y MARGEN PARA SORPRESAS POSITIVAS

"La palabra incertidumbre caracteriza, por el momento, la previsión económica y de mercados para 2025. Y opera en dos direcciones, lo que dificulta adoptar una apuesta decidida por un entorno más optimista o pesimista", apunta García Huerga. "Esto implica que el resultado final no tiene que ser necesariamente malo, entre otras cosas porque EEUU está en situación de volver a sorprender al alza con su crecimiento económico".

Y es que, para BBVA AM&GW, son varios los frentes sometidos a fuerzas contrapuestas, siendo el más relevante el del propio crecimiento económico global. Su mayor condicionante, dejando a un lado el riesgo geopolítico, serán las políticas que adopte la nueva administración Trump.

En EEUU las rebajas de impuestos y la desregulación pueden incrementar el crecimiento económico, mientras que las subidas arancelarias y las restricciones a la inmigración pueden conllevar más inflación y menos crecimiento.

En este sentido, en la firma anticipan que el país estadounidense puede crecer en 2025 el 2%, algo menos que el previsible 2,7% con que cerraría este año, según las proyecciones de la gestora de activos de BBVA. Pero si las medidas adoptadas por la nueva administración no trastocan la confianza ni cercenan el comercio internacional, esta previsión de crecimiento se puede quedar corta.

En el caso de la eurozona puede experimentar una ligera mejora de PIB hasta el 1%, desde el 0,8% en que cerraría 2024. "Prevemos una ligera mejora del consumo privado hasta el 1,2%, gracias al aumento de los salarios reales, una disminución de la tasa de ahorro y un mercado laboral resistente", comenta García Huerga.

China seguirá experimentando una progresiva reducción en su crecimiento, lastrada además por el sector inmobiliario, por lo que BBVA AM&GW cifra en el 4,5% el aumento de PIB en 2025.

Respecto a la inflación, las previsiones señalan bajadas adicionales de la general y la subyacente en 2025 en casi todos los países, pero con matices. "Y es que llevamos tiempo hablando del riesgo de cierta inflación estructural, que podría dificultar una cómoda convergencia a los objetivos de los bancos centrales, y además la nueva política arancelaria de EEUU puede introducir dificultades adicionales", dice García Huerga.

Esta evolución de la inflación permitiría más bajadas de los tipos de interés en EEUU y en la eurozona, pero también con matices. La Reserva Federal (Fed) debería ser algo cauta en el proceso, porque la inflación en EE. UU. se puede quedar por encima del 2% todo el 2025. Por tanto, podrá bajar los tipos unos 100 puntos básicos desde el 4,75% actual, pero manteniendo una política monetaria todavía exigente con un tipo oficial real igual o superior al 1,5%. El Banco Central Europeo (BCE) tiene a priori una senda más clara, con un crecimiento bajo y la inflación más controlada, por lo que su tipo de depósito puede llegar al 2% desde el 3,25% actual.

"Como conclusión, tenemos por delante un 2025 que ahora mismo presenta bastante incertidumbre, pero cuyo resultado final no tiene por qué ser malo en términos de inversiones. Las bolsas siguen teniendo potencial de revalorización y la renta fija tiene rentabilidad esperada positiva, por lo que las carteras mixtas, incluidas las conservadoras, podrían obtener de nuevo rentabilidades positivas en 2025, tanto en términos nominales como reales", concluye García Huerga.

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