- Por primera vez en casi 60 años, el presidente de Cuba no será un Castro
- Díaz-Canel, formado en las bases del Partido Comunista de Cuba, es el principal favorito para suceder a Raúl Castro
Lo que Amnistía Internacional ha calificado como una "oportunidad histórica" para revisar la situación de los Derechos Humanos en Cuba ha llegado. El Gobierno de la isla dará un nuevo giro hacia el aperturismo con la llegada al poder de un nuevo mandatario que, por primera vez en casi 60 años, no tendrá el apellido de Castro.
Cuba vive estos días el mayor cambio desde la Revolución de 1959. Raúl Castro dejará la Presidencia de la isla poniendo fin al legado que inició su hermano Fidel y que ha gobernado con mano de hierro la vida política, económica y fiscal del país caribeño durante todos estos años. Los signos de aperturismo se han venido repitiendo en los últimos tiempos, los últimos de la mano de Estados Unidos. Cuba afronta una nueva etapa sin el respaldo que a lo largo de su historia le han ofrecido distintos aliados internacionales y con fuertes convulsiones internas.
Miguel Díaz-Canel, un dirigente formado desde la base del Partido Comunista de Cuba, de 57 años de edad es el gran favorito
Raúl Castro tomó hace doce años el relevo de su hermano Fidel, el gran líder de la Revolución cubana, y se marcha para cumplir con uno de sus compromisos más sorprendentes cuando llegó a la Presidencia: limitar los cargos políticos a dos mandatos consecutivos. Miguel Díaz-Canel, un dirigente formado desde la base del Partido Comunista de Cuba, de 57 años de edad es el gran favorito para ser proclamado como el nuevo presidente del Gobierno y máximo mandatario en la isla.
Para revestir el momento del simbolismo revolucionario correspondiente, el relevo presidencial coincide con la llamada "Semana de la Victoria", ya que el 19 de abril se conmemora el 57º aniversario del triunfo de los milicianos de Fidel Castro contra las tropas mercenarias que desde Estados Unidos llegaron a Playa Girón (bahía de Cochinos) con el propósito de invadir la isla.
LOS RETOS EN CUBA
Es un momento oportuno para entablar un diálogo esencial y constructivo sobre el futuro de Cuba
Amnistía Internacional considera que la inminente partida de Raúl Castro de la Presidencia de Cuba representa una "oportunidad histórica" para revisar la situación de los Derechos Humanos en el país y por ello ha propuesto una 'hoja de ruta' para "transformar el enfrentamiento en diálogo", según recoge Europa Press en su información. "Es un momento oportuno para entablar un diálogo esencial y constructivo sobre el futuro de Cuba. El nuevo presidente debe aprovechar esta oportunidad y consolidar los progresos en Cuba en materia de Derechos Humanos", ha dicho la directora de Amnistía Internacional para las Américas, Erika Guevara Rosas.
Guevara Rosas ha mencionado en concreto "áreas como el acceso a la asistencia médica y a la educación", si bien ha enfatizado la necesidad de "abordar los problemas históricos de la nación en esa materia", que se refieren a "las restricciones que persisten sobre el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica". "El Gobierno no debe dejar pasar esta oportunidad de dar paso a una nueva era de respeto por los Derechos Humanos" en la que se garanticen "los derechos de toda la población cubana, incluidos los de quienes critican al Gobierno, mediante el diálogo con todos los sectores de la sociedad", ha reclamado.
La ONG ha elaborado una "agenda de Derechos Humanos para Cuba" en la que expone los "acuciantes retos" en esta materia, a pesar de que no tiene permitida la entrada en el país desde hace casi 30 años. AI propone permitir la pluralidad de voces y la entrada de observadores, garantizar la independencia del Poder Judicial y adaptar la legislación penal a los estándares internacionales, acabar con la censura y discriminación y promover la igualdad.
Amnistía Internacional ha aprovechado además para reiterar su llamamiento a Estados Unidos para que ponga fin al embargo comercial, económico y financiero impuesto a la isla caribeña en la década de los 60, porque "sigue menoscabando los derechos económicos y sociales de las personas más vulnerables".