El Banco Central Europeo (BCE) optó por hacer una pausa en su endurecimiento monetario en su última reunión de octubre y, a pesar de que su presidenta, Christine Lagarde, ha reiterado la dependencia de los datos para futuras decisiones, y el vicepresidenta del organismo, Luis de Guindos, ha anticipado un rebote de la inflación en los próximos meses, los estrategas confían en que las subidas de tipos han terminado.
"Creemos que las tasas oficiales del BCE probablemente hayan alcanzado su punto máximo en este ciclo. Este argumento se basa en tres pilares: la dinámica del crecimiento, las perspectivas de inflación y lo que el propio BCE está comunicando", explica Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management.
En cuanto al crecimiento, el experto indica que la eurozona opera actualmente en un entorno cuasi recesivo. Aunque técnicamente todavía no se han registrado dos trimestres de cifras negativas del PIB, el crecimiento del tercer trimestre fue del -0,1% y por debajo de las expectativas del BCE.
"La gran mayoría de los indicadores que evaluamos (PMI, IFO, ESI, confianza del consumidor) siguen pintando un panorama tenue para la actividad económica a corto plazo. Actualmente, el BCE prevé un crecimiento del 0,7% en 2023 y del 1,0% en 2024. Creemos que los riesgos aquí son a la baja", señala Goves.
En cuanto a la inflación, los efectos de base están ejerciendo actualmente una presión a la baja sobre la tasa general y pueden seguir generando cierta volatilidad en el corto plazo. A medio plazo, desde la gestora ven posible que se produzcan más presiones inflacionistas a la baja si la economía opera por debajo de su potencial.
"Con la inflación cayendo, en nuestra opinión es más difícil argumentar a favor de nuevos aumentos. Por supuesto, esta perspectiva se basa en la ausencia de otro shock inflacionario o de un ajuste del mercado laboral", añade el analista de MFS Investment Management.
El tercer pilar hace referencia al propio domunicado del BCE, al indicar que los tipos de interés oficiales están en un nivel que, mantenidos durante un "periodo suficientemente largo", contribuirán de forma sustancial al objetivo de devolver la inflación al 2%.
"La orientación más reciente es clara en cuanto a que mantener las tasas en los 'niveles actuales' tendrá un efecto 'sustancial' para lograr que la inflación alcance su objetivo. Traducimos esto en una preferencia por mantener los tipos donde están en lugar de seguir subiendo. Las tarifas ya son claramente restrictivas. Afirmamos esto con referencia a la Encuesta de Préstamos Bancarios del BCE, que muestra claramente una contracción en la oferta y la demanda de crédito", comenta el estratega.
En consecuencia, prevén que las tasas vigentes seguirán frenando la demanda y, por lo tanto, ayudarán a reducir la inflación hasta alcanzar el objetivo."Cuánto tiempo llevará esto es una pregunta abierta, especialmente porque hay pocos ciclos del BCE para estudiar. Lo que sí sospechamos es que si se produjera una inflación sostenida por debajo del nivel esperado, entonces los recortes de tipos podrían llegar a la mesa antes de lo que se estima actualmente", concluye Goves.