La inteligencia artificial (IA) es una de las grandes tendencias del mercado en este 2023. Las compañías, conscientes de su potencial, están apostando fuertemente por esta tecnología, cuya popularización se ha convertido en un catalizador para las cotizadas que confían en ella. Sabedores de esta fortaleza, en BlackRock lo tienen claro y se muestran 'sobreponderados' en la temática de la IA en valores de los mercados desarrollados.
"Consideramos que la inteligencia artificial es una de las cinco fuerzas tectónicas o cambios estructurales que pueden impulsar la rentabilidad hoy en día y en el futuro", señalan desde la gestora.
El bullicio generado alrededor de la IA es cada vez mayor, ya que los principales actores se están preparando para lanzar nuevas herramientas basadas en ella y las acciones tecnológicas mantienen su rendimiento superior.
En este sentido, los 'siete magníficos', esto es, Meta, Nvidia, Tesla, Apple, Microsoft, Alphabet y Amazon, están orientando gran parte de su modelo de negocio hacia esta tecnología, lo que ha dado vida al Nasdaq, que se dispara más de un 25% en lo que va de año.
Los expertos destacan que la automatización impulsada por la IA tiene el potencial de aumentar la productividad de los trabajadores y que puede ofrecer una ventaja competitiva a las empresas, sectores y economías que adopten esta tecnología con mayor habilidad.
Un impacto en economías y mercados que puede llegar antes y más rápido de lo que se espera.
"En nuestra opinión, el impacto de la IA abarcará múltiples dominios y se cruzará con megafuerzas como el envejecimiento de la población y la competencia geopolítica. Es probable que las empresas tengan éxito atrayendo a los mejores talentos y siendo capaces de invertir en ampliar el poder computacional para aprovechar sus datos", afirman en BlackRock.
IMPLICACIONES DE INVERSIÓN
Desde la irrupción de ChatGPT, las compañías han iniciado una carrera por liderar la industria de la inteligencia artificial, aunque las de mayor capitalización son las que parten con ventaja al ser capaces de invertir en patentes.
"Las empresas privadas son las que producen principalmente patentes de IA, lo que hace que los mercados privados sean otra forma de aprovechar el tema de la IA. Si bien no todas las patentes conducen al éxito comercial, el creciente valor de mercado de las patentes de IA indica el entusiasmo de los inversores por los enormes beneficios potenciales para las empresas que están trabajando para incorporar la IA", subrayan los analistas de la firma estadounidense.
Además, y dado que los fabricantes de chips proporcionan los componentes básicos de la informática, se les ha visto como los beneficiarios inmediatos.
En el ámbito del software, la traducción, el resumen, el análisis de texto y tareas relacionadas ya se están automatizando y comercializando. Pero podría surgir una nueva generación de aplicaciones y casos de uso a medida que las tecnologías de IA desarrollen y les permita adquirir nuevas capacidades.
"Creemos que se subestima la importancia de los datos para la IA y los posibles ganadores. Las empresas con grandes conjuntos de datos propietarios tienen la capacidad de aprovechar más rápida y fácilmente una gran cantidad de datos para crear modelos innovadores", comentan en BlackRock.
Con todo, y al igual que sucede con cualquier tecnología, la IA tiene límites de adopción. Los riesgos de ciberseguridad abundan, aunque pueden generar oportunidades para consultorías o empresas emergentes que se especialicen en establecer entornos seguros de inteligencia artificial para otras empresas.
"El mayor impacto en la inversión puede provenir de la interacción de la IA con otras tecnologías y megafuerzas, que serán el foco de futuras investigaciones. Creemos que se necesitará una inversión significativa para construir la infraestructura necesaria para aprovechar plenamente la IA", concluyen en BlackRock.
