El gigante de los fondos BlackRock prevé que la economía se recuperará "ininterrumpidamente" de la crisis provocada por el coronavirus. Así lo confirma su presidente y consejero delegado, Larry Fink, en una carta abierta a sus accionistas. En ella, tiene palabras de elogio para los principales bancos centrales y los gobiernos que, a diferencia de con Lehman Brothers y la crisis financiera global de 2008, esta vez sí están reaccionando con altura de miras.
“En mis 44 años en finanzas, nunca había experimentado algo así. El brote ha afectado a los mercados financieros con una rapidez y ferocidad que normalmente solo se ven en una crisis financiera clásica”, señala Fink en su carta. En cuestión de semanas, los principales índices bursátiles globales han caído desde niveles récord a un mercado bajista.
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Quiénes ganan con el Covid-19: de un famoso 'hedge fund' americano a Smart Social SicavSegún el máximo responsable de BlackRock, el interruptor que hace de cortafuegos en la Bolsa de Nueva York, creado para dar una pausa a los traders y amortiguar la volatilidad extrema, se activó por primera vez desde 1997, y luego se ha activado tres veces más en una rápida sucesión. “Estas condiciones se exacerbaron por los niveles récord de baja liquidez en los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que sirven como punto de referencia para el riesgo de fijación de precios en todo el mercado”, advierte.
Sin embargo, a pesar del gran drama sanitario y económico que está suponiendo el brote de Covid-19, Fink confía en que “la economía se recuperará de manera constante, en parte porque esta situación carece de algunos de los obstáculos para la recuperación de una crisis financiera típica”.
En su opinión, “los bancos centrales se están moviendo rápidamente para abordar los problemas en los mercados de crédito, y los gobiernos ahora están actuando agresivamente para promulgar el estímulo fiscal”. El dirigente de la mayor gestora del mundo prevé que, “probablemente, estas medidas serán más efectivas y funcionarán más rápidamente” en comparación con el 2008, ya que “no están luchando contra los mismos desafíos estructurales que hace una década”.