Aryzta, la principal posición de Paramés en sus fondos internacionales y su bestia negra en 2018, podría caer aún entre un 20% y un 35% más, según los analistas de Kepler Cheuvreux. ¿Podrá remontar el gurú español del 'value investing' antes de fin de año con esta noticia en contra?
La compañía suiza de alimentación pesa un 7,35% en el Cobas Selección y un 8,19% en el Cobas Internacional, los fondos estrella de bolsa internacional gestionados por Francisco García Paramés. La empresa, que cae casi un 74% en lo que llevamos de 2018 y que se deja en el parqué un 66% en los últimos 12 meses, está arrastrando a la cartera confeccionada por el gestor español.
El Cobas Selección, con 935 millones de euros de patrimonio, retrocede un 11,2% en el año. Por su parte, el Cobas Internacional, con casi 490 millones en activos, cae todavía más, un 12,3%, según Morningstar. Al ser su mayor apuesta y comportarse tan mal, le está pasando factura a ambos fondos. La empresa helvética está especializada en panadería congelada y es un proveedor global de productos horneados para restaurantes y supermercados.
Ahora, Aryzta está inmersa en una ampliación de capital, y la firma de análisis Kepler Cheuvreux le da un potencial de caída extra de entre el 20%, según sus propias estimaciones, y el 35%, según el consenso del mercado. De producirse, podría ser el batacazo definitivo para el gurú español de los fondos que, pese a las contrariedades, sigue confiando en el modelo de negocio de la panadera y en la rentabilidad que le puede extraer si se da la vuelta el valor.
Pero lo cierto es que Aryzta está en una clara tendencia bajista desde el verano de 2014. Los gestores en valor (o value investors, en inglés) invierten en buenas cotizadas cuyo negocio comprenden a la perfección y en las que, sin embargo, su precio actual está muy por debajo de su teórico valor intrínseco, lo que les deja un margen de seguridad. El largo plazo es su amigo y, con los años, en la gran mayoría de los casos el mercado les acaba dando la razón y los gestores ganan mucho dinero con sus posiciones, salvo escándalos inesperados.
Sin embargo, lo que Kepler Cheuvreux quiere decir con su informe es que la niña de los ojos de Paramés no tiene pinta de darse la vuelta y empezar a subir, sino todo lo contrario. Al rebajar su valor, sus analistas dejan entrever que Paramés habría sobrepagado por la acción de Aryzta, lo opuesto al comportamiento de los value, que entran en las rebajas del mercado. Pese a ello, Kepler Cheuvreux da validez a su modelo de negocio.
LA AMPLIACIÓN DE CAPITAL DE ARYZTA
Según Kepler Cheuvreux, una caída del 20% en Aryzta supondría una dilución de 2,5 veces en la ampliación de capital. Si la caída fuera del 35%, como suponen otros analistas de mercado, entonces la dilución de acciones sería de cuatro veces. La ampliación de capital, de unos 800 millones de euros, tendría lugar a mediados de noviembre, prevé la firma.
Según medios internacionales, el inversor Gregor Joos, activista a través del fondo Larius Capital, estaría intentando bloquear la ampliación de capital, argumentando que la panadera suiza debería vender activos o introducir un presupuesto cero, entre otras medidas. Por su parte, Aryzta ha afirmado que ha recibido consentimiento unánime de sus acreedores respecto a los cambios en su acuerdo de deuda, lo que Kepler Cheuvreux ve como su apoyo al aumento de capital.
Los analistas de la firma creen que “Aryzta tiene un modelo de negocio viable y sus activos son atractivos tanto para los intereses financieros como los propios intereses comerciales”. No obstante, reconocen, en términos de múltiplos de valor de empresa “no es particularmente barata, dado el número de interrogantes a su alrededor, no menos importante el aumento de capital”.