MiFID II entró en vigor en Europa el pasado enero y, desde finales de septiembre, está traspuesta en España por real decreto ley. En ese transcurso, concretamente de enero a marzo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya abrió inspecciones a varias entidades para verificar el cumplimiento de los principales puntos de la norma.
No obstante, aún no se ha hecho público quiénes son las entidades inspeccionadas ni por qué motivo. Pero lo que sí recuerdan los principales despachos de abogados especializados en finanzas es que, desde enero, la directiva europea es de aplicación directa.
El real decreto ley fue la fórmula de transposición escogida por el Gobierno para evitar la multa de la Unión Europea por la no transposición completa a tiempo de MiFID II. Sin embargo, recuerda Gloria Hernández, socia de FinReg 360 y una de las participantes en el VI Encuentro EFPA de Asesores Financieros en Sevilla, “no hay que considerar a MiFID II como una norma estática, sino como dinámica”.
Esto es algo a lo que tanto entidades como inversores deberán acostumbrarse “hasta que llegue MiFID III o la Green MiFID”, una posible revisión o ampliación de la directiva en este segundo caso para las inversiones socialmente responsables y sobre la que trabaja la Unión Europea.
MiFID II: ¿SER GESTORA O EAFI?
Las gestoras de fondos y sicav (sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva) son la niña bonita que ha empujado MiFID II en su implementación. “Al principio, la gestora sólo era una fábrica de producto. Pero con la evolución de las normativas europeas, la gestora ahora es el vehículo más potente de banca privada. Con ella puedes crear tu propio producto, vender fondos propios y de terceros, asesorar o gestionar carteras, nombrar agentes e, incluso, recibir y transmitir órdenes sobre valores”, subraya Hernández.
Por el contrario, las grandes perjudicadas han sido las EAFI. Así lo cree Carlos García Ciriza, presidente de Aseafi. En general como sector financiero, “teníamos la oportunidad de asesorar más, y se va a quedar en agua de borrajas”, critica.
Sobre el negocio de las EAFI, considera que “no tiene sentido que, una EAFI que cobra retrocesiones y luego las descuenta al cliente en la factura final, tenga que declararse no independiente”, así como que tampoco les permitan contratar agentes. “Somos micropymes y contratar banqueros privados en plantilla eleva enormemente nuestros costes fijos”, incide.
A su juicio, se ha mezclado el tipo de facturación con el análisis de producto, y ha resultado en algo “absurdo”. Los expertos invitados al congreso de EFPA auguran que la EAFI que es grande se transformará a otra figura, normalmente agencia de valores o gestora, o se fusionará con otra entidad. Y las pequeñas desaparecerán del mercado o se harán agentes de bancos para tener un paraguas de seguridad.
FORMACIÓN DE LAS REDES
La formación de las redes bancarias también ha sido otro punto importante del encuentro. MiFID II obliga a certificar a todo aquel profesional que informa o asesora sobre productos de inversión. En el caso de Abanca, en poco más de un año se ha pasado de tener unos 270 profesionales certificados a más de 2.300, según Bárbara Rosina, su directora de Banca Personal.