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En España suena extraño, pero en Reino Unido no lo es tanto. Santander UK compite por llevarse clientes corporativos de Royal Bank of Scotland (RBS) en un proceso en el que esta entidad le pagará por ello si lo consigue. Forma parte del “castigo” del banco británico por ser rescatado por el Gobierno de Reino Unido.
La entidad británica, que fue rescatada con fondos públicos en 2008 en el marco de la crisis financiera, deberá pagar 350 millones de libras, unos 398 millones de euros al cambio actual, por que otros bancos se lleven parte de sus clientes corporativos.
De acuerdo con el diario The Times, Santander UK es uno de los aspirantes con más posibilidades, aunque su candidatura está siendo polémica, pues la filial británica del banco que preside Ana Botín cuenta con una cuota de mercado en cuentas corrientes corporativas del 10%. Además, está en conversaciones con el propio RBS para hacerse con una parte de su negocio de la que debía desprenderse de acuerdo con las normas del rescate.
Más concretamente, Santander UK aspira a la subvención del primer grupo, que asciende a unos 120 millones de libras (136,5 millones de euros). El ganador se anunciará en febrero y podrá ser la filial de la entidad española o cualquiera de sus competidores, que son Clydesdale and Yorkshire, Metro Bank The Co-operative Bank y Starling Bank.
Para formar parte de este primer grupo, los bancos deben contar con una cuenta bancaria para empresas ya creada. También podrán optar, pero en otros grupos, las entidades que creen una cuenta nueva o que no tengan aún este producto.
En todo caso, la cuenta que Santander ofrecería a los clientes corporativos que captara de RBS sería su Cuenta 123 para negocios, que devuelve entre el 1% y el 3% de los gastos hasta un máximo de 300 libras al año y tiene un coste de 12,5 libras al mes.
